Los dos sectores del PP se enfrentan sobre la reforma del Tribunal Constitucional
Los dos sectores que conviven en el PP mantuvieron una discusión sobre el alcance de la reforma constitucional en el transcurso de la Conferencia Política, donde se decantaron los discrepancias entre quienes defienden una reforma radical de la Carta Magna para preservar la unidad del Estado, que ven en serio riesgo, y los que apuestan por la vigencia del modelo porque no consideran en peligro la continuidad de España.
Actualizado: El debate, latente desde la apertura de la Conferencia Política en las intervenciones de la plana mayor del partido, tomó cuerpo a última hora de la tarde de la primera jornada cuando el plenario abordó los 'ruegos y preguntas' de los participantes. El eurodiputado Alejo Vidal-Qadras intervino para expresar su desacuerdo con las apreciaciones de los ponentes sobre la situación actual de España, el modelo constitucional y el sentido del consenso. El político catalán considera que la Constitución atraviesa una grave crisis, como consecuencia de la aprobación del Estatuto de Cataluña y la legislatura presidida por José Luis Rodríguez Zapatero, que ve a merced de las exigencias de los nacionalistas.
Vidal-Quadras apostó por convocar a los españoles a un proceso constituyente para abordar una reforma del núcleo duro de la Carta Magna, por la vía prevista en su artículo 168. Advirtió de que todos los nacionalismos son radicales e independentistas y discrepó de la defensa del consenso como un valor en sí mismo, cuando él sólo lo considera un instrumento.
Desdramatizar
Las opiniones de Vidal-Quadras encontraron el rechazo de Jaime Ignacio del Burgo, José Manuel Soria y Federico Trillo, todos ellos partidarios de desdramatizar el diagnóstico y buscar soluciones menos radicales que una reforma constitucional a fondo que, por otra parte, no podrá hacer nunca el PP en solitario. Soria se inclinó por iniciativas de menor calado, como los posibles cambios de la Ley Electoral para reducir la capacidad de presión de los nacionalistas. Destacó la moderación de algunos partidos nacionalistas y advirtió que no todos son iguales, no en vano gobierna con Coalición Canaria.
A pesar de pertenecer a UPN - el socio navarro del PP-, Jaime Ignacio del Burgo hizo el alegato más decidido a favor de la propuesta de la dirección popular para «reforzar» la Constitución cuya plena vigencia reivindicó. En su calidad de parlamentario de la legislatura constituyente, puso en valor el consenso y recordó que durante la Transición no fue únicamente un instrumento sino la clave que alumbró la democracia. Rechazó que el modelo constitucional esté agotado y afirmó que la carta Magna no está en crisis, además de asegurar que existen mecanismos más que sobrados para ponerla al día sin llegar a su reforma de mayor rango, como había propuesto Vidal-Qadras.
Del Burgo recordó que nada se puede decidir en este terreno sin contar con el PSOE, se decantó por reformar las leyes necesarias para frenar a los nacionalistas -como el cambio apuntado ya por el partido opositor en la Ley Electoral- y recomendó esperar a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña para hacer los retoques necesarios. Además, pidió al PP que no caiga en la tentación de abrazar posiciones jacobinas que supongan el recorte de competencias autonómicas.