CONTAMINACIÓN. Una densa cortina de humo cubre a diario el cielo de Shanghai. / ZIGOR ALDAMA
MUNDO

China perjudica a la salud

Un estudio revela que el 6% de los bebés nacen con malformaciones por la polución del país

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Los niños con seis dedos o dos cabezas ya no son algo desconocido en China. De hecho, según un reciente informe de la Comisión Nacional para la Población y la Planificación Familiar, los bebés que nacen con malformaciones suponen ya el 6% del total. Además, desde 2001, el número de recién nacidos con algún tipo de discapacidad ha crecido un espectacular 40%. Otros doce millones desarrollan algún tipo de malformación o discapacidad en los primeros doce años de vida. Y aún hay más: las mujeres son mucho más propensas a sufrir cáncer de mama. En concreto, su incidencia en la capital, Pekín, ha aumentado un 23% desde 1997, y un 31% en Shanghai. En la primera, 45 de cada 100.000 contraen la enfermedad, mientras que la cifra en la capital económica se sitúa en 60. Sólo el 10% de los casos están relacionados con razones genéticas.

La razón de este espectacular deterioro en la salud de la población china parece residir en el preocupante grado de polución que ha ido de la mano del exorbitado crecimiento. Las ciudades chinas se han convertido en fantasmas cubiertos por una densa capa de smog, que no sólo amenaza con deslucir los próximos Juegos Olímpicos, sino que hace peligrar la salud de los millones de personas que las habitan. La Organización Mundial de la Salud estima que siete de las diez ciudades más contaminadas del mundo se encuentran en el gigante asiático, y el Comité Olímpico Internacional ha expresado su preocupación por la situación. Las pruebas más duras, como la maratón o los cincuenta kilómetros marcha, podrían no celebrarse si las partículas en suspensión en el aire superan los límites marcados por la OMS.

Al deterioro del medio ambiente se une un cambio radical en los hábitos de la población urbana, que ha abandonado la dieta tradicional por la comida basura. Los establecimientos de este tipo se han convertido en lugares 'cool' para una juventud que los relaciona con el éxito y con los valores occidentales. Además, también se ha producido un vuelco en la vida laboral de muchos urbanitas, que se han visto lanzados al capitalismo extremo que impera en la República Popular. Jornadas extenuantes y un nuevo término, el estrés, se suman a los peligros que manan de la industria pesada.

Pero no sólo las ciudades son dañinas para la salud. El mayor número de malformaciones se da en las provincias ricas en carbón, en el interior del país. Años de explotación minera incontrolada han convertido a los ríos en cloacas, y han dañado la atmósfera tanto o más que las emisiones del tráfico y de otras industrias. An Huanxiao, director de la Agencia de Planificación Familiar de una de esas provincias, la de Shanxi, no deja lugar a la duda: «Las estadísticas que ha sacado a la luz el informe demuestran que la mayor incidencia de problemas al nacer se da en las zonas con la mayor actividad minera».