CERROJAZO. Las puertas de la azucarera pueden cerrarse para siempre muy pronto /J. C. C.
Jerez

Pilar Sánchez: «Ebro Puleva dijo que mantendría los puestos de trabajo»

La propia alcaldesa da por seguro el cierre inminente de la azucarera de Guadalcacín y recuerda a la empresa su compromiso de no destruir empleo Pide a la firma que cambie de actividad como hizo en su día con la planta láctea

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El guión marcado en su día por la industria se va cumpliendo sin remisión. El cierre inminente de la azucarera de Guadalcacín es un hecho tan claro que hasta la propia alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, se ha apuntado ya al carro de la resignación. La regidora socialista da por seguro el cerrojazo a la planta guadalqueña y, eso sí, pide a la compañía responsable, Ebro Puleva, que cumpla su compromiso de mantener los puestos de trabajo dedicando las instalaciones a otra actividad.

Sánchez, a preguntas de los periodistas, justificó ayer el cierre de la azucarera en los efectos desastrosos de la política dictada desde Bruselas con respecto a este cultivo. «Creo que se ha producido un cambio marcado por la aprobación de la OCM del azúcar, algo que a nadie se le escapa», manifestó. Según Sánchez, «Ebro Puleva dijo que mantendría la actividad siempre que que hubiera remolacha». A continuación, la alcaldesa argumentó: «El problema es que ya está cayendo el cultivo de la remolacha a tal extremo que resulta imposible el mantenimiento de la actividad».

Compromiso de Ebro

Pese a los negros nubarrones que se avecinan, Pilar Sánchez mostró su confianza en que el cierre de la azucarera de Gualdalcacín no tenga los efectos que todos temen sobre el empleo y la economía de la zona. Así, la alcaldesa jerezana recordó que «ellos (por Ebro Puleva) se comprometieron a cambiar su actividad, a mantener los puestos de trabajo y a que se lleve a cabo una alternativa y eso es lo que espero que se haga».

De hecho, la confianza de la regidora jerezana en que se pueda salir de este callejón sin salida radica también en que «llevamos dos años trabajando juntos (Ayuntamiento y empresa) porque sabíamos todos que en el momento que disminuyera la producción de remolacha esto iba a pasar».

Plan de acción

A raiz de las preguntas de la prensa, la alcaldesa respondió asegurando que, casualmente, ayer mismo había mantenido contactos con responsables de Ebro Puleva. «Me tengo que sentar con ellos, hoy mismo (por ayer) hemos hecho unas llamadas para que nos definan el plan que van a poner en marcha. Ya han empezado con las solicitudes de licencias de obras para la puesta en marcha de la nueva producción de cereal», apuntó Sánchez sin ofrecer más detalles al respecto.

En relación a las más que probables movilizaciones que se van a producir después de que el próximo lunes la empresa confirme a los trabajadores el cierre de la planta, la mandataria jerezana añadió que «aún no he tenido ningún encuentro con los sindicatos» para, a renglón seguido, insistir en la continuidad de los empleos: «espero que se mantengan los puestos de trabajo como ocurrió cuando Puleva transformó la fábrica de leche en una industria de producción de arroz. Vamos a ver qué pasa y qué nos dicen».

Sánchez está por tanto a la espera de que la compañía mueva ficha y, pese a que al comienzo de sus declaraciones parecía muy confiada, zanjó el asunto con una frase que deja muchos frentes abiertos: «el compromiso que ellos tenían conmigo es que mantendrían los puestos de trabajo, vamos a ver la información que nos hacen llegar cuál es ahora».