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ILUSIONADOS. Casillas, Puyol y Aragonés esperan que la afición se vuelque con España. / EFE
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La selección española debe sellar ante Suecia el billete definitivo para la Eurocopa

Sin Raúl en la convocatoria, los hombres de Luis Aragonés desean festejar en el Bernabéu su sufrida clasificación

IGNACIO TYLKO
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«Si hace un año nos dicen que a estas alturas íbamos a tener la clasificación para la Eurocopa tan cerca, pocos se lo hubieran creído». Como remarca Iker Casillas, uno de los capitanes, el caso es que, después de superar una situación agónica, España puede y debe sellar este sábado en el Bernabéu (22,00 horas, TVE 1) el billete para el certamen que organizarán Austria y Suiza el próximo verano. Y le corresponde hacerlo sin Raúl, el gran ídolo de una afición local que no comparte de forma mayoritaria los métodos del sabio de Hortaleza pero que ya respondió a la perfección cuando el 24 de marzo se superó un match ball adverso ante los daneses.

Con un triunfo ante Suecia, España será líder de grupo y estará ya en la Eurocopa. Podrá irse de vacaciones a Las Palmas y disfrutar de una fiesta de fin de curso ante Irlanda del Norte, el próximo miércoles. Pero podría darse la circunstancia de que, a la media hora de partido, los españoles sepan que los norirlandeses y los daneses ya han empatado en Belfast y que sobra incluso el choque del Bernabéu. Si los de Morten Olsen ganasen en su difícil visita, a España le bastaría un empate. Y aunque se perdiera e Irlanda del Norte venciera, bastaría un simple empate en Gran Canaria para cumplir el objetivo.

Tras muchos meses de travesía en el desierto, entiende el seleccionador que al fin dio con la tecla en el reciente choque de Aarhus. Le da igual que le tachen de conservador, pero repetirá dibujo con un punta y un centro del campo repleto de jugadores exquisitos. El valencianista Villa, elegido para la ocasión como único delantero, está encantado de verse rodeado de jugones. Lo tiene tan claro Luis que esta vez concentró a sus hombres el miércoles en lugar del lunes. No ha querido cansarles y considera suficientes cuatro entrenamientos y una sesión de video de los suecos para que entiendan que hay que tocar, tirar paredes, triangular, manejar el centro el campo y tener cuidado con la batalla aérea que plantea el rival. Hay que evitar las acciones a balón parado en contra. La técnica, el principal argumento español, debe imponerse a ras de hierba al físico nórdico.

Salvo problemas de última hora, Luis insistirá el 4-4-1 y realizará tres cambios de nombres con respecto al gran triunfo (1-3) de Dinamarca. Puyol entrará por Albiol, Silva en vez de Joaquín y Villa por Tamudo. También tendrá que esperar, si es que no es uno de los descartados, Güiza, ávido de un debú que le reportaría los 300.000 euros.

Bajón sueco

Enfrente estará un rival que depende en gran media de Ibrahimovic. Lagerback, el técnico escandinavo, sufre las importantes bajas del centrocampista Linderoth (Galatasaray) y del delantero Elmander (Toulouse), lesionados. Además, Ljungberg, el ídolo de muchas mujeres desde que se convirtió en modelo de una firma de ropa interior, lleva dos meses en el dique seco.

A los suecos les falta un punto después de una clasificación en la que empezaron de maravilla pero que se complicaron tras perder en Belfast y empatar en su feudo ante Irlanda del Norte y Dinamarca. Es la 24ª potencia del mundo, tras Camerún y por delante de Colombia, pero posee raigambre. Por algo ha estado en 11 Mundiales, fue segunda en el certamen de Suiza'58 y tercera en los de Brasil'50 y Estados Unidos'94. En la última Eurocopa, cayó ante Holanda en cuartos y por penaltis. Sus jugadores se sorprenden por la ausencia de Raúl pero temen a España, que fue calificada por los daneses como la Brasil de Europa y cuya exhibición en Aarhus ha visto repetida hasta la saciedad su técnico, decidido a construir un muro de contención en el Bernabéu.