Agobios que aparecen en el horizonte
CALLE PORVERA Me agobian los cables, me agobian las bombillas, me agobian las campanas, las luces, los villancicos. Me agobia la Navidad, me agobian las compras en Navidad, las colas en los supermercados, la colas en las entradas de los supermercados, las colas en las salidas de los supermercados, las colas en el mostrador de la charcutería del supermercado, en el del marisco, en el del pescado. Me agobian los atascos en los pasillos de las jugueterías, las mujeres con los carros de la compra, los hombres con los carritos de los bebés, los niños tirados por el suelo con los juegos abiertos, me agobian las estanterías sobrecargadas.
Actualizado:Me agobian los grandes centros comerciales, me agobian las cientos de tiendas, las miles de camisas, los millones de corbatas, me agobia, me cansa, me duele cargar con ocho bolsas que se clavan en mis dedos por estar repletas de comida, juguetes, teléfonos, películas...
Me agobia envolver los regalos en las tiendas, me agobia que se acabe el papel celo, me agobia que me miren con mala cara, que me metan prisa. Me agobia no encontrarle un regalo a mi madre, me agobia no tener dinero suficiente para comprar lo que quiere mi padre. Me agobian las tiendas de ropa femenina, me agobia su música, su desorden, su decorado, me agobian las colas para pagar, me agobian las colas de los probadores, las cortinitas de los probadores, la ausencia de pestillo, me agobia que no haya todas las perchas que me hacen falta, me agobia, me agobia acompañar sin comprar nada, cargar con las compras de los demás, me agobia que me pidan opinión. Me agobian también las zambombas, y me agobia ver que se avecinan los agobios de la Navidad.