COMIENZO. Marín recibe el aplauso de los diputados tras ser elegido presidente del Congreso en abril de 2004. / MONDELO. EFE. ARCHIVO
ESPAÑA

Marín abandona la política para dedicarse a la investigación sobre el cambio climático

Su mandato al frente del Congreso durante cuatro años ha estado marcado por los enfrentamientos entre PSOE y PP, y sus roces con ERC Asegura sentirse orgulloso de haber intentado ser un presidente de la Cámara Baja «independiente»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Hay una expresión andaluza muy bonita: se me ha pasado el tempero, y a mí se me ha pasado el tempero de estar en la primera línea». Con estas palabras, el presidente del Congreso de los Diputados, el socialista Manuel Marín, anunciaba ayer en Ciudad Real, su ciudad natal, que abandona la política y, por tanto, no se presentará a las próximas elecciones de marzo.

«Se me han pasado las ganas», comentó Marín en tono sereno y con gesto serio, y anunció que su intención a partir del próximo año será dedicarse a la investigación sobre el cambio climático. Dejará atrás un mandato de cuatro años desarrollado en circunstancias muy difíciles por el choque sin concesiones entre PSOE y PP en esta legislatura.

«En la vida hay momentos en que después de consultar los signos astrales llegas a la conclusión que la estrella polar te marca el camino de la retirada; y es lo que voy a hacer de una manera tranquila, ordenada, agradecida y sin hacer reproches de ningún tipo», subrayó Marín, de 58 años, que con esta pincelada poética ponía fin a un cuarto de siglo en la política después de haber sido elegido diputado por la provincia de Ciudad Real en cinco legislaturas. El todavía presidente del Congreso comunicó con antelación su decisión al Rey y al presidente del Gobierno.

Marín explicó que «cuando tienes que meterte en un puesto de gran gestión lo tienes que aceptar teniendo muchas ganas de hacerlo; yo en poco tiempo voy a atravesar la frontera mítica de los 60 años y entonces hay que plantearse entrar en el terreno de la sabiduría», añadió este licenciado en Derecho y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid.

Se mostró orgulloso de haber intentado ser un «presidente independiente» al frente de la Cámara Baja en la última legislatura, algo, precisó, «que ha sido muy difícil y en algunas ocasiones insoportable». En este sentido, expresó su deseo de que la nueva legislatura sea «más tranquila, pacífica y creativa».

Rumores

Marín explicó que el cambio climático es el gran reto de la sociedad en el siglo XXI y un asunto que le preocupa desde hace tiempo y añadió que tuvo «la suerte» de pasar 24 horas con Al Gore durante la entrega del Premio Príncipe de Asturias al ex vicepresidente de Estados Unidos.

La decisión de Marín se produce después de que en los últimos meses se haya especulado con la posibilidad de que el ex ministro y ex presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, encabezara la candidatura del PSOE por Toledo para ser el nuevo presidente del Congreso en el caso de que los socialistas volviesen a vencer en las elecciones de marzo. La realidad, sin embargo, es que Marín, mucho antes de que se conociera que Bono iba a presentarse a las elecciones, comunicó a sus más allegados su resolución de no volver a ser diputado y, en consecuencia, no renovar mandato al frente del Congreso.

El paso dado tampoco tiene que ver con los rumores, al parecer bastante fundados, de que el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, encabezará la candidatura socialista por Ciudad Real, lo que relegaría a Marín al segundo puesto, o incluso el tercero. El presidente del Congreso tomó la decisión de la retirada poco después del inicio de la legislatura y en estos últimos meses ha resistido la presión de la dirección del PSOE para que volviera a encabezar la lista de Ciudad Real.

La gestión de Marín quedará marcada por la modernización del Congreso con la generalización de los medios informáticos y la ampliación de la sede legislativa a un cuarto edificio. Tampoco será fácil de olvidar sus encontronazos en el primer tramo de la legislatura con el entonces portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ni los que mantuvo a lo largo de estos cuatro años con los diputados de ERC, empeñados en dirigirse al Congreso en catalán y por lo que mantuvieron numerosas escaramuzas verbales con Marín.

Expulsión histórica

La decisión de más impacto, aunque no la más relevante, fue la de expulsar del hemiciclo al diputado del PP Vicente Martínez-Pujalte, que ignoró sus tres apercibimientos a respetar el orden y el uso de la palabra por parte de otro parlamentario. Fue la primera vez en la democracia que un presidente del Congreso echaba del hemiciclo a un diputado.

La gestión de Marín se ha tenido que desarrollar en un clima político áspero por el enfrentamiento a cara de perro entre PSOE y PP, que motivó innumerables intervenciones suyas para poner orden en una cámara alterada por los gritos, pateos y altercados de todo tipo, sobre todo en las sesiones semanales de control al Gobierno.

Su último gran disgusto fue la negativa, sin justificación alguna, de los ex jefes del Ejecutivo Felipe González y José María Aznar a participar en el solemne acto de conmemoración de los 30 años de las primeras elecciones democráticas, al que acudieron los Reyes.