El Gobierno aprueba la construcción de un centro comercial en El Caballo Blanco
Este edificio, que estará seperado, ocupará la tercera parte de los terrenos En la misma zona se abrirá un hotel y un complejo de apartamentos turísticos
Actualizado:La Junta de Gobierno local aprobó, ayer por la mañana, la construcción de un hotel, un centro comercial y un complejo de apartamentos turísticos sobre los terrenos del antiguo hotel del Caballo Blanco, ubicado en Valdelagrana. Mientras que el hotel y el complejo de apartamentos turísticos no plantean ningún problema, ya que el suelo se ciñe al de hospedaje, el centro comercial contraviene la modificación puntual del Plan General vigente que se realizó en 2001, según distintas fuentes consultadas por este periódico.
El documento en cuestión indica que «no se admitirán otros usos, excepto los compatibles con esta actividad y que se integren en la propia edificación». Es decir, el hotel puede albergar las típicas tiendas de souvenirs, balnearios o comercios que suele haber dentro de cualquier recinto hostelero.
Sin embargo, el equipo de Gobierno ha aprobado la construcción de un centro comercial que ocupa un tercio de los terrenos del actual Caballo Blanco, alrededor de 7.000 metros cuadrados, en un edificio separado de las otras dos construcciones. Es decir, justamente lo contrario a lo que dice el informe.
De hecho, según ha trascendido, por este centro comercial se han interesado firmas como el supermercado Mercadona o Cortefiel, lo que da una idea del tamaño del nuevo centro.
El alcalde de la ciudad, Enrique Moresco, subrayó que «este punto se había aprobado con todos los informes a favor». Sin embargo, la edil de Urbanismo, Patricia Ybarra, el coordinador de Urbanismo, José Galán, y el alcalde conocen que este punto contraviene la modificación puntal de 2001. Parece ser que el arquitecto municipal, Fernando Jiménez Fornell, ha realizado un informe a favor de esta operación urbanística.
Por otro lado, el segundo factor es la construcción del complejo de apartamentos turísticos. Se trata de una figura hostelera que ha servido en los últimos tiempos para poder construir viviendas bajo la excusa de construir más plazas hoteleras.
Sin embargo, Enrique Moresco ha sido taxativo en la materia y ha comunicado que «vamos a seguir de cerca este proyecto para que los apartamentos sirvan exclusivamente para el fin que se ha construido».
La protección de la masa arbórea es otro factor determinante. La Consejería de Medio Ambiente debe de dar el visto bueno al proyecto de ejecución de las obras, es decir, donde se ubica cada edificio con el mínimo coste ambiental.
Sin embargo, construir un hotel de última generación con bolsas de aparcamiento subterráneo, un complejo de apartamentos turísticos, así como un centro comercial y respetar casi el centenar de pinos piñoneros que existe sobre estos terrenos parece una tarea sumamente difícil.