GEORGE CLOONEY ACTOR Y DIRECTOR

«Me mueve la rabia por la injusticia»

El actor estrena 'Michael Clayton', donde encarna a un abogado enfrentado a una multinacional

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George Clooney (Lexington, EE UU, 1961) está en plena forma. Carismático e ingenioso, saluda con un cálido apretón de manos y dice entre risas que, si es excitante conocerle, «imagina lo excitante que es para mí vivir mi vida». Actor, director y productor, Clooney es un hombre con conciencia social, que se dirigió al Consejo de Seguridad de la ONU para reclamar una intervención urgente en el conflicto militar de Darfur. En el plano personal, ha disfrutado de la compañía de todas y cada una de las mujeres que ha deseado. Con un Oscar por Syriana y una nominación como director por Buenas noches, buena suerte, este mes estrena Michael Clayton, filme dirigido por Tony Gilroy que denuncia el poder de las empresas en la sociedad capitalista. Su papel es el de un abogado y perro guardián de empresas que se encarga de limpiar los trapos sucios de sus clientes. Hasta que todo esos turbios manejos le estallan encima.

-¿Su inclinación por la defensa de los derechos humanos le impulsó a interpretar el personaje de Michael Clayton?

-Yo crecí en una familia involucrada en los derechos humanos. Mi madre fue alcaldesa de la ciudad, y mi padre se presentó como candidato para el Congreso. Siempre hemos estado preocupados por la situación civil de este país, ya sea política o socialmente. Para interpretar el personaje no necesité informarme porque conocía el tema, después de haber leído documentos en los que se dejaba constancia de la muerte de personas intoxicadas por la falta de escrúpulos de ciertas marcas. Es mi rabia por la injusticia lo que me movió a interpretar este papel. Me intereso el drama moral que plantea la historia. Además, el guión es excelente, y es muy difícil encontrar buenos guiones en Hollywood.

-Compite esta temporada con la película de Brad Pitt sobre el asesinato de Jesse James ¿Cómo es la relación entre ambos?

-Brad es más bajito que yo. No sé qué le ven las mujeres (risas). La verdad es que jamás he sentido que compito con ninguno de mis amigos. No me gusta comparar el arte porque es algo peligroso. La película de Brad Pitt y Michael Clayton son dos buenas obras, pero no tienen nada en común. Brad es un gran actor, muy valiente, cualidad muy interesante que no todos los críticos reflejan. Ahora estoy trabajando a su lado en una película de los hermanos Coen y me esta robando protagonismo. Eso me mata (risas). Creo que este año Brad debería ser nominado por Jesse James.

-¿Quién le dio la fuerza para triunfar? ¿A quién está más agradecido George Clooney?

-Gracias a Dios recibí una buena educación en mi infancia y mi adolescencia, con unos padres estupendos que conocían bien el mundo del show bussines. Así pues estaba preparado para las trampas de este negocio.

-Sabe cómo torear bien la fama.

-La fama es una espada de doble filo. Ahora la llevo mucho mejor y la uso para mi ventaja, para hacer las películas que quiero. Luego está esa otra parte de la fama, que puede avergonzarte mucho mas de lo que te imaginas pero con la que he aprendido a vivir.

-Es un hombre de ideas políticas consistentes. ¿No se siente inclinado hacia el poder político como hizo Ronald Reagan?

-Hay otras formas de implicarse sin llegar al poder. Yo me inclino más por sacar a la luz ciertas situaciones y asegurarme que las cámaras me sigan. Entraña un cierto peligro meterse en política sin tener experiencia. Hay actores que se lanzan al ruedo sin estar preparados y sin tener en cuenta que a nosotros se nos mira pero no se nos escucha. Para que se nos oiga debemos estar muy bien informados y que no se nos malinterprete.

-Pero se ha convertido en un actor con alma de militante político. Parece que tiene mucho que decir socialmente desde la gran pantalla.

-Demandar libertad de expresión es mi deber como ciudadano, y el hecho de ser actor es una circunstancia. A muchos actores les han dejado en un pasillo por dar su opinión sobre determinados conflictos. Y todos tenemos derecho a opinar.

-¿Cuál es su próximo proyecto como director?

-Estoy preparando una película que se va a titular Leatherheads. Se trata de una comedia sobre el fútbol americano que se desarrolla en 1925. La va a interpretar Renee Zellweger. Para prepararla me pasé las Navidades pasadas viendo películas de Howard Hawks y Preston Sturges. Hacer una comedia es mucho más difícil de lo que yo pensaba.

-¿Se cuida para mantener su físico?

-No soy nada metrosexual. Bebo agua, me lavo la cara con jabón y voy muy pocas veces al peluquero. Suelo cortarme el pelo yo mismo con mis tijeras de cocina.

-¿Siente que lo ha conseguido todo en la vida?

-Me siento mucho más feliz de lo que he estado jamás. Estoy bien en el plano creativo, en el personal; tengo salud y una gran familia. He cometido errores y en algún momento pensé que no iba a superar determinadas situaciones. Pero ahora miro al pasado y veo los tiempos duros como momentos necesarios. Lo bueno y lo malo que he vivido forma parte de mi legado.