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en Cuevas del Campo, Granada

En libertad la hija de Paco Marsó tras más de un año en prisión por robo

Diana Martín ingresó en prisión junto a su pareja por un delito de robo y la comisión de cuatro atracos respectivamente

AGENCIAS |
GRANADAActualizado:

La hija del empresario del espectáculo Francisco Marsó, Diana Martín, ha quedado en libertad tras más de un año en prisión al suspendérsele el cumplimiento de la pena que cumplía por un delito de robo, ya que no contaba con antecedentes penales y ha reparado la responsabilidad civil.

Su pareja, Enrique Lorente, que también ha permanecido más de un año en prisión, ha cumplido ya prácticamente la cuarta parte de su condena de seis años por la comisión de cuatro atracos, por lo que en breve se solicitará su primer permiso penitenciario.

La conformidad de las partes, que ha evitado la celebración de la vista oral prevista para hoy en el Juzgado de lo Penal número 2 de Granada, se ha producido después de que la Fiscalía rebajara la petición de penas de los acusados, para quienes solicitaba inicialmente diez y veinte años de cárcel, respectivamente, hasta reducirse en dos y seis años, respectivamente.

La defensa ha precisado que en la pareja no han concurrido circunstancias agravantes y sí atenuantes por la reparación del daño, al haber abonado la totalidad de las cantidades que se tenían que indemnizar, y por un trastorno psicológico de Lorente relacionado con la medicación que tomaba en el momento de los hechos.

Detenidos tras una persecución a tiros

La pareja vivía en Pozo Alcón (Jaén) donde se afincaron y montaron una empresa de compra y venta de obras de arte, tras un fracaso empresarial en Málaga, y fueron detenidos el pasado 24 de octubre de 2006 en Cuevas del Campo (Granada) tras una persecución a tiros acusados de cuatro atracos en la zona norte de Granada.

Lorente estaba acusado por los agentes que han llevado el caso, integrantes de la Policía Judicial de Guadix en colaboración con la policía de Jaén, de ser el presunto autor material de los asaltos a mano armada de tres entidades bancarias de Freila (Granada) y otra de Cuevas del Campo, y a su novia, que fue detenida en Cuevas del Campo cuando conducía el vehículo en el que huían, la policía la relacionó con al menos uno de los atracos.

Fuentes de la investigación explicaron en su día que los atracos los realizaban con una pistola simulada y que trataban de conseguir fondos para pagar deudas de sus iniciativas empresariales.