Conil se lanza a la caza del turismo ruso de alto poder adquisitivo
Dos grandes touroperadores están interesados en promocionar la Costa de la Luz entre sus clientes
Actualizado: GuardarEl municipio de Conil es uno de los más activos en la promoción de la Costa de la Luz en la WTM. Esta localidad despierta el interés, sobre todo, del turismo nacional pero, en los últimos meses, los dos grandes touroperadores rusos, Sehrs (Natalie Tours) y VKO, han visitado la zona en busca de nuevos destinos para un sector de la sociedad rusa con un elevado poder adquisitivo.
Este tipo de turista, que es amante del lujo y de la vida nocturna, además del consabido sol y playa, como solución a sus fríos inviernos, será una solución a la combatida estacionalidad del turismo de la provincia.
Esta es una posibilidad que los empresarios, presentes en la feria, aún ni barajan, más centrados en ampliar su cuota de mercado en el mercado británico. Desde el primer día, Conil ha estado continuamente representado por instituciones públicas y hoteleros en la feria internacional del mercado turístico británico. Todos los empresarios vinculados al municipio ofertan lo mismo, plazas hoteleras de calidad en la mejor de las costas atlánticas.
Por una parte, estuvieron presentes grandes establecimientos hoteleros como Fuerte Conil, representado por la directora de explotación, Ana Ariza, y Hoteles Garbí, con el administrador general, Joaquín García Castany, a la cabeza de la expedición en Reino Unido. Por otra, otro tipo de oferta turística estuvo representada por Laura Reyes, promotora de una joven empresa familiar que inaugurará en la próxima temporada un pequeño hotel de tres estrellas con 30 habitaciones.
Llegaron bajo el paraguas del Patronato Provincial de Turismo y en torno a una mesa de trabajo pusieron en común puntos de vista reveladores sobre la situación del turismo en Conil.
Los hoteleros conileños perciben que su competencia está en otros destinos de sol y playa, pero no en una ampliación de las plazas del propio pueblo, ya que esto último podría tener un efecto llamada, consolidando el destino como producto en el gran mercado turístico.
A pesar de su esfuerzo en la feria, el público británico no supone un gran mercado para los conileños, que tienen en el turismo nacional su gran filón. «Durante el invierno cierran los grandes hoteles porque no hay demanda de plazas, pero detrás cierran los restaurantes y, al final, si algún turista iba a venir deja de hacerlo. Esto es un círculo cerrado», explicó Laura Reyes.
La propuesta de esta joven emprendedora es ofrecer un establecimiento que permanezca abierto todo el año para estabilizar, en la medida de sus posibilidades, la oferta de camas del municipio.