Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Artículos

Miles de buitres callados

Hay signos inequívocos de decadencia. La ostentación y la extravagancia son algunos de ellos. El ornamento disimulando los parches, otro, como la colonia en el sobaco del que no se ducha, como el Cebralín que a la larga deja manchas indelebles. Hay signos inequívocos de decadencia que nos salen al paso cada mañana como los titulares de cierto periódico gratuito que dan en la diana de lo que es esta ciudad, el eco que acalla todas las voces.

YOLANDA VALLEJO | CÁDIZ
Actualizado:

Miren a su alrededor. El parque Genovés sigue siendo la imagen nostálgica de nuestra infancia, el espectro de nuestro pasado, por mucho chorrito que le pongan a las ridículas fuentes que prologan el paseo de las Palmeras, el pavimento es infame, la fuente de los patos muestra un estado lamentable, el teatro Pemán amenaza con caerse antes de que una mano caritativa lo tire, el único tobogán luce en medio de un charco, los columpios penden de una cadena oxidada. El entorno no puede estar peor, el pabellón deportivo evoca los restos de un bombardeo, el asfaltado de la calle está lleno de socavones, el autobús pasa cada media hora, los contenedores de papel rebosan cartones. Y es el único parque que tenemos en el casco antiguo. Un único tobogán para todos los niños del centro, que también pueden optar por jugar en la plaza de Candelaria y pincharse con una aguja, jugar en la plaza de Mina y coger una infección o jugar en la plaza de España y contraer la toxoplasmosis o algo peor si les da por beber en la fuente. Eso sí, en un entorno de lo más constitucional, con el monumento en obras -demostración pública de que se trabaja para el Bicentenario- y con un pebetero que lleva más de quince días sin apagarse.

Una ruina, qué quieren que les diga. Y no me equivoco. Dicen que los buitres son los primeros en oler la carroña y que rondan días enteros al que agoniza. Buitres , en Cádiz ya han cogido tres, por algo será.