SENADO. Moratinos, en su comparecencia de ayer. / EFE
ESPAÑA

El Gobierno busca normalizar las relaciones y Chávez descarta más conflictos con el Rey

El presidente venezolano niega ahora que haya «irrespetado» al Monarca y lamenta la «manipulación» del incidente

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El presidente venezolano, Hugo Chávez, dio ayer un primer paso para reconducir la crisis con España mientras el responsable de la diplomacia, Miguel Ángel Moratinos, comparecía en el Senado para expresar su confianza en que las relaciones con Caracas se normalizarán en breve.

El líder bolivariano negó ayer que haya «irrespetado» al Reyen la reciente Cumbre iberoamericana y dijo lamentar «mucho» la «manipulación» del asunto por parte de medios europeos y americanos.

«Yo no quiero ningún conflicto con el Rey. ¿Yo no le dije nada al Rey!», manifestó Chávez , quien afirmó que no tiene interés alguno en afectar las relaciones entre Venezuela y España. En su línea habitual, Chávez aseguró que le quieren poner a él «como el que agredió al Rey. ¿Por amor de Dios, yo al Rey ni lo vi, no le dije nada! Es eso de la manipulación», dijo en una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros en la sede de su gobierno.

«Chico malo»

El gobernante, refiriéndose a sí mismo, dijo que el «chico malo lo que hizo fue defender a Venezuela y exponer unas ideas» en la Cumbre. Sostuvo que «ahora algunos dicen que yo irrespeté al Rey», cuando «de verdad» él ni siquiera escuchó cuando el sábado en la clausura de la Cumbre Iberoamericana, en Chile, el Monarca, ante sus continuas interrupciones al presidente Rodríguez Zapatero, le dijo: «¿Por qué no te callas!».

Chávez opinó que el Rey Juan Carlos «explotó» en ese momento y que debe tener «paciencia», porque América Latina «está cambiando».

Por su parte, el ministro Moratinos lamentó ayer que el enfrentamiento verbal haya oscurecido los «importantes» resultados de la Cumbre, sobre todo para la cohesión social en América Latina. Rechazó llamar a consultas a su embajador en Caracas, Dámaso de Lario, como le exigió el PP, y expresó su «convicción» de que la relación con Venezuela se normalizará en poco tiempo.

Moratinos atribuyó ese desencuentro al «encendido» debate desarrollado en Chile sobre cómo abordar los principales retos que debe afrontar el subcontinente americano.