INTENTOS. Bruselas volverá a presentar una propuesta similar a la rechaza ayer. / REUTERS
Economia

La UE fracasa en su intento de gravar a los automóviles más contaminantes

Los Veintisiete, incluida España, deciden mantener el actual Impuesto de Matriculación sobre los vehículos para que no disminuyan sus ingresos fiscales

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Europa cree que la relación entre el calentamiento del planeta y la emisión de gases contaminantes es evidente, pero al mismo tiempo tiene serias dudas sobre las actuaciones a tomar. Un ejemplo claro de ello ocurrió ayer, en el marco del Consejo de Ministros de Economía de la Unión Europea (Ecofin), en donde no se alcanzó un acuerdo para crear un nuevo impuesto que grave a los automóviles más contaminantes.

Y, como quiera que en materia de fiscalidad las decisiones en Europa se toman por unanimidad, la propuesta de la Presidencia portuguesa de la Unión Europea quedó de momento en nada. La idea de Portugal era sustituir el actual impuesto de matriculación por una especie de tasa de circulación que se vincularía a las emisiones contaminantes de CO2 de los vehículos, de modo que se premiase fiscalmente a aquellos que menos emisiones lanzasen a la atmósfera y al revés, se castigase a los más contaminantes.

Sin embargo, la voracidad fiscal de los Gobiernos se impuso y ninguno quiso dar su voto a la posible pérdida de ingresos fiscales, en caso de que se hubiera suprimido el impuesto de matriculación. España, según aseguró el ministro de Economía, Pedro Solbes, apoyaba la tesis del mantenimiento del citado impuesto.

Objetivos comunes

Algunos países que no quieren ni oír hablar de armonizar nada en materia fiscal, incluido el sector de los coches, son Reino Unido e Irlanda, que no dudaron en mostrar de nuevo ayer su rechazo a la propuesta de la Presidencia de la UE con el argumento de que Bruselas no tiene competencias en fiscalidad, cosa que es en parte cierta, sobre todo en aquellos impuestos que están sin armonizar, como es el caso del de matriculación.

En todo caso, la Presidencia de la Unión Europea, advirtió ayer de que presentará una nueva propuesta al consejo Ecofin en diciembre, en la línea de que se establezcan «objetivos comunes» para tener en cuenta las emisiones a la hora de fijar los impuestos sobre los vehículos ya que, entre otras cosas, la actual disparidad que existe ahora va en contra de la deseable armonización del mercado interior de la UE.

La idea que ayer presentó la Presidencia portuguesa de la Unión Europea era establecer un impuesto vinculado a los vehículos en función del CO2 que emitan o por consumo de carburante, o lo que es lo mismo, castigar fiscalmente a aquellos consumidores que opten por los vehículos más contaminantes.

Sin embargo la mayoría de países europeos optó por mantener el statu quo, en el sentido de conservar sus actuales ingresos fiscales derivados del impuesto de matriculación.

Este nuevo impuesto, en el caso de que finalmente hubiera salido adelante, habría incluido un sistema de reembolso para que aquellos ciudadanos que hubieran pagado este impuesto en un país europeo y trasladen su coche a otro no tuvieran que volver a pagar el mismo impuesto dos veces.