Las 63.000 toneladas de fuelñ vertidas por el 'Prestige' convirtieron la Costa da Morte en un litoral completamente ennegrecido por el chapapote. /ARCHIVO
quinto aniversario

PP, PSOE y BNG continúan enfrentados por la tragedia del 'Prestige' cinco años después

El barco petrolero vertió unas 63.000 toneladas de fuel en el Atlántico y convirtió la Costa da Morte en un litoral completamente ennegrecido por el chapapote

MADRID Actualizado: Guardar
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Era un 13 de noviembre de 2002. A las 15.15 de la tarde el buque 'Prestige', un petrolero monocasco abanderado en Bahamas y que viajaba desde Letonia a Gibraltar, lanzó un SOS cuando se encontraba a unos 50 kilómetros al oeste del cabo Finisterre. El buque había sufrido una vía de agua en el costado de estribor, por donde se iba derramando parte de las 77.000 toneladas de fuel que transportaba.

Seis días después, el 'Prestige' se partía en dos, a unos 250 kilómetros al oeste de la costa gallega y después de un zigzagueante recorrido, para ir a descansar a casi 4.000 metros de profundidad, tras haber dispersado sobre la superficie del Atlántico unas 63.000 toneladas de su mortífera carga, que acabaron por convertir la Costa da Morte en un litoral completamente ennegrecido por el chapapote. Galicia enmudeció: los daños causados por la marea negra fueron estimados en unos 1.400 millones de euros.

Hoy, en la víspera del quinto aniversario de la catástrofe que supuso la mayor marea negra de la historia en estas costas, el debate suscitado sobre la gestión del accidente sigue enfrentando a PP, PSOE y BNG, y las responsabilidades judiciales aún no han sido establecidas.

Esta mañana, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, ha anunciado que su Gobierno pretende convertir la Costa da Morte "en un territorio sostenible, atractivo y con futuro". En una rueda de prensa posterior a la reunión del Consello de la Xunta en Muxía (A Coruña), considerada el 'punto cero' de la catástrofe ecológica, Pérez Touriño justificó la celebración en Muxía de la semanal reunión del Gobierno gallego para "dar cuenta de lo que estamos haciendo".

Las declaraciones del presidente de la Xunta, en las que aludió al Gobierno anterior del PP, han tenido contestación por parte del presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien también se desplazó a aquella zona, donde mantuvo una reunión con su grupo parlamentario y con los alcaldes y vecinos de la Costa da Morte. Feijóo ha asegurado que nunca utilizará un accidente "para destruir un gobierno democrático" y ha subrayado que, durante la crisis del 'Prestige', se hicieron visibles "dos partidos con una única obsesión: destruir el Gobierno de Galicia", en alusión a PSOE y BNG, actualmente socios en el Ejecutivo gallego.

Todavía sin culpables

Mientras tanto, el capitán del 'Prestige', Apostolos Mangouras, que ahora se encuentra a la espera de juicio en libertad provisional bajo una fianza de 3 millones de euros, sigue sujeto a su comparecencia periódica ante las autoridades griegas en su país de origen.

Las declaraciones iniciales de Mangouras de que el siniestro podría haberse debido a un golpe de mar o a la colisión con un tronco a la deriva, han sido desmentidas categóricamente por un ex directivo de la armadora del buque, quien asegura que el capitán del 'Prestige' nunca sugirió la posibilidad de dirigir el buque a un puerto de abrigo, ya que la armadora daba por perdido el barco, a pesar de sus esfuerzos por salvar una carga valorada en 60 millones de euros. Según ese directivo, la estructura del 'Prestige', rehabilitada por una empresa china, se hizo mal para ahorrar gastos y se usó una chapa de un grosor menor del indicado, lo que probablemente facilitó la ruptura del casco cuando navegaba con fuerte oleaje.

La tragedia impulsó la actualización de los medios para luchar contra la contaminación y los accidentes marítimos. Así, en noviembre de 2004, se creó el Centro para la Prevención y Lucha contra la Contaminación Marítima y del Litoral (CEPRECO), acompañado de un plan quinquenal de salvamento que cuanta con un presupuesto de 1.022 millones de euros. En estos años también se ha incrementado la capacidad de Galicia para recoger vertidos en el mar, que era de 80 metros cúbicos cuando ocurrió el naufragio. Hoy, un solo barco anticontaminación, el 'Don Inda', puede absorber casi 2.500 metros cúbicos. A finales de 2009, España habrá logrado una capacidad de recogida de 7.300 metros cúbicos.

Cuando finalice la moratoria de la Organización Marítima Internacional, en 2010, no habrá petroleros monocasco navegando por los mares. A día de hoy, todavía el 25% de la flota petrolera está formada por buques con casco simple, como el 'Prestige'.