Miles de voluntarios acudieron a la llamada de la 'marea negra'. /ARCHIVO
quinto aniversario

Marea blanca contra marea negra

Decenas de miles de voluntarios llegaron a Galicia desde muy diversos países para colaborar en la retirada del chapapote de los acantilados y arenales gallegos

VIGO Actualizado: Guardar
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Cuando las primeras avanzadas de la marea negra comenzaban a impregnar las playas y las rocas de la costa gallega surgía también una impresionante manifestación solidaria, que acabó por llamarse la 'marea blanca'. Decenas de miles de voluntarios llegaron a Galicia desde muy diversos países para colaborar en la retirada del chapapote de los acantilados y arenales gallegos. Mientras, las autoridades trataban de tranquilizar a la población asegurando que el fuel no llegaría a entrar en las Rías Baixas.

Vestidos con un mono blanco, miles de jóvenes aprovecharon el puente de la Constitución para emplear sus vacaciones en la limpieza de la costa, ayudándose de cualquier clase de instrumento o con las propias manos. La llamada de la plataforma Nunca máis desbordó las previsiones y la capacidad organizativa de las autoridades, que fueron sustituidas inicialmente por un voluntarismo espontáneo que puso en pie a la población ribereña.

En la Costa da Morte cualquier casa se convirtió en un refugio, cualquier cocina se hizo multitudinaria, cualquier idioma encontró interlocutor y entre todos llegó a establecerse una complicidad que ha durado años.

Pescadores de chapapote

Pero la primera línea de defensa, ante la insuficiencia de medios para el combate, la establecieron por su cuenta mariscadores y marineros de toda la costa gallega, que decidieron no esperar a la llegada del fuel y, con toda clase de embarcaciones y cualquier instrumento, salieron a "pescar" el chapapote antes de que llegara a la costa. La eficacia de esta decisión no dejó lugar a dudas y, cuando las 'galletas' de fuel lograban amenazar las costas francesas, el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Vigo fue llamado por las autoridades locales galas para que explicase allí cómo los marineros gallegos habían combatido la marea negra.

Hoy, a cinco años de la tragedia, las costas de Galicia parecen haberse recuperado y las playas gallegas han obtenido más 'banderas azules' de las que había antes de la marea negra. Más de 13.000 toneladas de fuel que todavía permanecían dentro de los tanques del 'Prestige', a casi 4.000 metros de profundidad, han sido rescatadas por 'Repsol-YPF', y todavía sigue en curso la instrucción de los procedimientos judiciales en Corcubión (A Coruña) y en los EE.UU., donde se sustanciará la demanda española contra la empresa ABS, clasificadora del buque.

Aunque la gran mayoría de los 20.000 afectados por el vertido de fuel ya han cobrado las indemnizaciones fijadas, que se estimaron en 87 millones de euros, una parte de los afectados directamente aún no han percibido las indemnizaciones por desacuerdos en la valoración realizada por el Consorcio de Compensación de Seguros.