Libertad y violencia
Actualizado: Guardara muerte del joven de 16 años Carlos Javier Palomino en los enfrentamientos registrados en Madrid entre grupos de neonazis y de antifascistas debería llevar a las administraciones y al sistema judicial a reflexionar sobre las autorizaciones de actos que pueden vulnerar los principios del sistema democrático, incitando a la violencia. El ejercicio de la libertad de opinión, de reunión y de asociación que consagra la Constitución no puede constituir, en ningún caso, una prerrogativa de alcance ilimitado, especialmente si ésta se utiliza para tratar de subvertir los valores del Estado de Derecho. El hecho de que el menor asesinado fuera español no implica que la motivación última del crimen no fuera el desprecio al diferente. Los poderes públicos cuentan con el Código Penal y la propia Ley de Partidos para impedir aquellas convocatorias que alienten comportamientos excluyentes y que puedan acabar instigando conductas extremistas.