La nueva etapa del gran Alonso

Nuestro protagonista ha estado toda la vida alrededor de una mesa bien puesta, de una comida como Dios manda y de la relación que debe de haber entre el camarero y el cliente. Antonio Alonso casi vio la luz del mundo por primera vez en un salón de ceremonias, así que sobre cómo montar un banquete, sobre ofrecer ese detalle que jamás nos hubiéramos imaginado, nuestro restaurador sabe un rato.

Siempre hemos identificado el rostro de Alonso en el Hotel Jerez. «Estuve allí alrededor de veinte años», sostiene Antonio. Ocupaba la difícil tarea de ser responsable de alimentación y bebidas. Sin embargo, cuenta que «siempre tuve la ilusión de montar algo mío, o al menos intentarlo. Así que desde hace unos meses estoy independizado». Es lo que era el antiguo Ermitaño, ahora renombrado con su nombre, y las mesas visten sus mejores galas, las copas desprenden unos brillos tan cristalinos que casi hacen faltan gafas de sol, y la mantelería desprende esa sensación de limpieza o de estreno que tanto gusta cuando el cliente va a comer de verdad.

En el restaurante Antonio Alonso pretende ofrecer un servicio de cocina tradicional. En este sentido, el hostelero subraya que «hoy en día lo importante es que el cliente salga satisfecho y que si quiere un buen solomillo, pues lo pueda degustar de la forma clásica se siempre, con su guarnición y todo. Ahora bien, si un cliente solicita un menú degustación, también ofrecemos lo más vanguardista. Sin embargo, lo más importante de nuestra casa es el servicio exquisito y el trato con el cliente, que creo que se está pediendo un poco, y por supuesto la cocina nacional, tradicional y jerezana de toda la vida».

La carta

Todo tipo de carnes, asadas de todas las formas posibles, y los maravillosos productos que producen la Bahía. El pargo, la lubina, la urta, el rape o la corbina son algunos exponentes claros que pasan por la cocina de Antonio y que están siempre preparados para el cliente.

Antonio Alonso sabe lo que se trae entre manos. Su experiencia profesional lo avala. Un jerezano que, entre plato y plato y entre sobremesas, ha descubierto como nadie la forma idónea para que el cliente se levante satisfecho de la mesa.