Opinion

Fútbol ultra

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l fútbol italiano tuvo que afrontar ayer una nueva jornada marcada por la violencia, apenas nueve meses después de los fallecimientos de un policía y del dirigente de un club amateur en incidentes protagonizados por aficionados. La muerte ayer de un seguidor del Lazio, supuestamente por el disparo accidental de un agente, obligó a aplazar la celebración del encuentro entre el club y el Inter de Milán y desató incidentes en otros campos. Las investigaciones abiertas deberán esclarecer las circunstancias en que se produjeron la intervención policial y sus consecuencias. Pero constituye una paradoja inaceptable que los mismos grupos ultras que vienen exacerbando de la peor manera la pasión que rodea al fútbol en Italia utilizaran ayer la tragedia, originada por otra pelea entre hinchas, para tratar de boicotear el campeonato.