Catástrofe marítima en los mares Negro y de Azov al naufragar cinco barcos

Cuatro barcos rusos y uno georgiano naufragaron ayer en los mares Negro y de Azov, en las inmediaciones del estrecho de Kerch. El conjunto de la catástrofe, sin precedentes en la historia del transporte marítimo en la zona, arroja un saldo provisional de 23 marineros desaparecidos y un vertido de fuel, que todavía no se ha podido detener, por encima de las 2.000 toneladas.

Todo el área está siendo azotado por un fuerte temporal con olas de seis metros de altura y vientos de más de 110 kilómetros por hora. Hay además cuatro navíos encallados y el pronóstico meteorológico no es muy esperanzador. El primer buque en sufrir el violento embate del oleaje fue el 'Volganeft-139', un petrolero para transporte fluvial. Se partió por la mitad poco antes de la cinco de la mañana. Llevaba en sus bodegas 4.777 toneladas de crudo, de las que casi la mitad se han derramado a cinco kilómetros de la costa.

Sus 13 tripulantes permanecieron durante horas en uno de los trozos partidos de la nave hasta que pudieron ser rescatados. Remolcadores intentan arrastrar el buque hacia la costa para parar la fuga de carburante. El subdirector del Servicio Federal de Protección de la Naturaleza de Rusia, Oleg Mitvol, declaró que «estamos ante una situación de contaminación grave. Llevará meses restablecer el estado ecológico de la zona y puede incluso que años, si el petróleo se va al fondo del mar».

Pocas horas después, se informó del hundimiento de los barcos de bandera rusa 'Volnogorsk', 'Najicheván' y 'Kóvel', los tres cargados con azufre. Los contenedores de mineral están herméticamente cerrados, pero se teme que la presión del agua los reviente. En tal caso, los efectos de la contaminación podrían ser peores que la producida por el fuel. Todos los tripulantes del 'Volnogorsk' y 'Kóvel', así como tres de los 11 del 'Najicheván' han sido puestos a salvo. La caída de la noche no interrumpió la búsqueda de los desaparecidos.

Se desconoce también el paradero de 15 marineros del carguero georgiano 'Jodzha Ismail', que transportaba chatarra. Se fue a pique cerca del puerto de Sebastopol y sólo han sido recuperados con vida dos de sus tripulantes. Hay además encallados cerca del estrecho cuatro buques -dos rusos, uno griego y otro turco-, algunos con combustible en sus bodegas.