LA CASA. Una vecina pasa frente a la vivienda donde tuvo lugar el asesinato, situada a pie de carretera en el kilómetro 8 de la CA-4104.
Jerez

«Fueron a matarlos»

Familiares de la mujer asesinada de una paliza por unos asaltantes en su casa están convencidos de que el móvil fue el robo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Fueron a por ellos, a matarlos». Una de las hijas de la mujer de 65 años asesinada el viernes por la noche a las puertas de su casa por unos desconocidos lo tiene claro y sólo pide justicia y que los culpables paguen por lo que hicieron: «Te juro que si me los encuentro, les voy a poner la foto de mi madre en la cara, para que esos indeseables vean lo que han hecho».

El dolor se mezclaba con la rabia entre los familiares que ayer se dieron cita en el Hospital de Jerez para interesarse por la evolución de Antonio El Pica, pareja sentimental de la asesinada y que también fue brutalmente agredido por los asaltantes en la vivienda que compartían a pie de carretera en la Junta de los Ríos, a ocho kilómetros de La Barca. Aseguraban que la Guardia Civil no les había informado sobre los avances en la investigación al encontrarse ésta bajo secreto de sumario. Por lo tanto, lo único que sabían era por lo que les había relatado Antonio, quien, según parece, recuerda perfectamente lo ocurrido.

Uno de sus hijos, Jesús Estrada, está convencido también de que «fueron a por ellos». Y se basa en el mencionado testimonio de su padre, que no deja lugar a la duda sobre la brutalidad del suceso. Es el que sigue.

Ocurrió pasadas ya las ocho y media de la noche. Su hija acababa de marcharse de la casa después de haber estado allí merendando. Su madre y Antonio cerraron entonces las puertas de la vivienda por dentro. A los pocos minutos, siempre según el relato de Jesús y la hija de Catalina, alguien desde fuera les avisó gritando de que se les había escapado uno de los caballos que tenían en un recinto vallado en unos de los anexos de la casa. Y lo hicieron gritando el apelativo de Pica, que es como se conoce popularmente a Antonio, lo que les hace sospechar que los asaltantes no eran precisamente unos desconocidos.

La pareja salió entonces de la vivienda. Ella llevaba una linterna porque ya había anochecido. Todo se sucedió muy rápido desde ese momento. «A ella la cogió uno y empezó a golpearla, y a él lo agarraron entre dos e hicieron lo mismo», cuenta Jesús.

El testimonio continúa asegurando que el grupo de asaltantes estaba compuesto por «tres o cuatro personas». Les preguntaron por el lugar donde guardaban el dinero y, a pesar de las reticencias iniciales, acabaron diciéndoles dónde estaba. Pero la respuesta no valió para conseguir que cesasen los golpes. Los asaltantes cogieron el dinero y después continuaron golpeando a Catalina y Antonio.

Tendidos en el suelo

Cuando los desconocidos huyeron, los dos quedaron tendidos en el suelo, en el exterior de la vivienda. Estaban gravemente heridos y apenas podían moverse. No en vano, tenían golpes y heridas de arma blanca en sus respectivas cabezas y en otras partes del cuerpo. Ella acabó muriendo poco después, ya en la ambulancia de Emergencias 061 que la trasladaba a un centro hospitalario en La Janda. Él, por su parte, fue llevado al Hospital de Jerez, donde ayer aún permanecía ingresado en observación, después de haber salido por la tarde unas horas para asistir al entierro de Catalina en Arcos.

Jesús explicaba ayer a este medio que su padre se encontraba fuera de peligro, «aunque le han destrozado la cara». Señalaba que, además de los golpes, tiene varios cortes de arma blanca «en la mejilla, en la frente y en la nuca».

Con este testimonio, que es a grandes rasgos el que les ha dado Antonio, los familiares de las víctimas tienen claro que el móvil de lo sucedido fue el robo. «Nada de que si fue una banda de peruanos, como han dicho por ahí», dice Jesús Estrada. «Como tampoco que le cortaron a ella las manos con un machete o no sé qué, como también han comentado», añade.

Están igualmente convencidos de que fueron individuos de nacionalidad española, básicamente porque hablaban perfectamente el castellano. Y de que lo tenían «todo estudiado, porque estuvieron esperando a que ella (por la hija de Catalina) se fuera» para hacerles salir de la casa con cualquier excusa y atacarles.

No hay aún versión oficial sobre lo que pudo suceder, ya que la autoridad judicial ha decretado el secreto de sumario. Los familiares tampoco han recibido ninguna explicación por parte de la Guardia Civil, por el mismo motivo, aunque ésta sigue investigando y no se descarta que puedan producirse detenciones en las próximas horas.