Zapatero cree que la relación con Venezuela no se verá afectada
Rajoy considera que el incidente es fruto de «las amistades peligrosas»
Actualizado: GuardarLos rescoldos del incidente que protagonizaron en la Cumbre Iberoamericana el Rey y Zapatero con el presidente Chávez no se habían apagado ayer. Las reacciones se seguían produciendo, sobre todo entre los partidos españoles. El presidente aseguró en Argentina que, «como demócrata», estaba obligado a salir en defensa de Aznar frente a los ataques de Chávez. «Cuando estás en una reunión internacional, si alguien ataca y descalifica a alguien, aunque sea un rival y un adversario, siendo tu compatriota, tú sales a defenderle», manifestó el presidente en Buenos Aires, adonde viajó tras la cumbre.
El jefe del Ejecutivo, satisfecho por la llamada de su antecesor para agradecerle su respuesta al gobernante venezolano, sostuvo que su réplica es su forma de entender «la democracia» y que, según su visión, consiste en «articular la convivencia, respetar todas las ideas y todas las formas de pensar» aunque no se compartan. Consideró, no obstante, que, a pesar del incidente, las relaciones con Venezuela no se verán afectadas. La advertencia lanzada por Chávez en el epílogo del enfrentamiento -«el Gobierno de Venezuela se reserva el derecho a responder a cualquier agresión en cualquier lugar, en cualquier espacio y en cualquier tono»- no pasa, a juicio del Ministerio de Exteriores, de ser «un calentón» del momento.
Fuentes gubernamentales atribuyeron la actitud del mandatario bolivariano a dos razones: la sorpresa por la reacción de Zapatero en defensa de Aznar y a que su país ha dejado de recibir una atención preferente por parte del Gobierno español. Chávez contaba, según estas fuentes, con que el jefe del Ejecutivo iba a dejar pasar o, al menos, no iba a ponerse de la forma en que lo hizo del lado de su antecesor, con el que mantiene grandes diferencias.
Ya en el ámbito interno, el PP volvió ayer a la carga y su presidente, Mariano Rajoy, dirigió sus dardos contra Zapatero. Aseguró que el incidente fue fruto de las «amistades peligrosas» del líder socialista, al que pidió que busque a sus aliados entre los gobernantes «occidentales, liberales y democráticos». Aseguró que Zapatero se ha rodeado de «los peores» socios, dentro y fuera de España y que son esos, justamente, quienes reventaron la cumbre con una demostración de su capacidad ilimitada para «insultar y menospreciar» a los españoles
El dirigente popular agradeció el gesto del Rey en la cumbre, que «con su coraje y firmeza ha expresado una vez más el sentir de todos los españoles», y afirmó que la respuesta de Zapatero el sábado «fue la adecuada, pero llega tarde».
La censura de Rajoy tuvo respuesta a través del portavoz del grupo parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, que instó al PP a «tomar ejemplo de la actuación unida y sin fisuras de Zapatero y don Juan Carlos, y no criticar al Gobierno».
«Prepotente»
Otros dirigentes como el líder de UDC, Antoni Duran i Lleida, que sin dejar de aplaudir la reacción de los mandatarios españoles en «defensa de la dignidad democrática», pusieron más énfasis en pedir a Zapatero que se dé cuenta del «peligro» que supone el dirigente bolivariano. El portavoz de ERC, Joan Ridao, calificó de «un poco prepotente» la actitud del Rey, que «pensó que todavía está en la época de Carlos I». Joan Herrera, de IU-ICV, cree que «en el fondo» lo que hay es «una corriente de opinión muy crítica a los empresarios españoles».
El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, señaló, por su parte, que las empresas españolas han ido a Iberoamérica «con el ánimo de permanencia», pero si son recibidas con hostilidad «se verán en la obligación de mirar a otras zonas».