PARQUE NATURAL. Imagen del río Borosa, uno de los afluentes del Guadalquivir.
ANDALUCÍA

Un río como seña de identidad

La Junta se dispone a asumir el futuro del Guadalquivir, cuya historia y presente están ligados a Andalucía desde los orígenes a su desembocadura

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Enebros, parras silvestres, pinos, encinas, lentiscos, romeros. Una vegetación que endulza la belleza del paseo por el sendero del río Borosa, uno de los afluentes del Guadalquivir que, como su hermano mayor, también nace en el parque natural Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.

Todas las aguas de las que se nutre el Guadalquivir serán gestionadas por la Junta de Andalucía. Esto no ocurrirá hasta julio del año que viene, pero hoy se rubrica en Cazorla el acuerdo político entre las administraciones central y autonómica.

Un detalle burocrático que pasa totalmente desapercibido a 1.360 metros de altitud, donde crece la violeta de Cazorla, el narciso más pequeño del mundo, aunque el caminante no pueda verlo. Lo que sí observa el visitante es la cara de preocupación de los agentes forestales y del resto de los amantes de la naturaleza: 10 de noviembre, apenas ha llovido en lo que va de otoño y, lo que más disgusta, no ha nevado. Es más, ayer se podía ir en mangas de camisa. ¿El cambio climático?

El río Guadalquivir ha sido un factor determinante en otro tipo de cambios que ha experimentado el sur de la Península Ibérica a lo largo de los siglos. Su condición de vía fluvial le ha permitido erigirse en un privilegiado canal de información e intercambio de diversas culturas, pero también, sin pretenderlo, ha servido de herramienta para esquilmar bosques como este parque natural, que desde 1983 es Reserva de la Biósfera. Cazorla, Segura y Las Villas era, en el siglo XVI, un inmenso robledal. Esta madera noble acabó en Sevilla, fundamentalmente para hacer barcos para 'hacer las américas'.

Pasado y presente

Pero el Guadalquivir es el río que identifica de manera más clara a Andalucía y el que ha marcado el devenir histórico y cultural de todos los pueblos que han habitado desde los albores de la civilización el territorio de la Bética romana.

El Guadalquivir es el único río de España con tráfico fluvial significativo, aunque en la actualidad es sólo navegable desde el mar hasta Sevilla. En tiempos de los romanos, por ejemplo, los barcos llegaban hasta Córdoba y, en determinadas épocas del año, incluso hasta a Andújar.

Su amplía trayectoria histórica también se refleja en los sucesivos nombres que ha tenido con el paso de los años: 'Beatis', 'Baitis', 'Tartessos', 'Beatica', 'Nahr Qurtuba', 'Wad al-Kebir' y, finalmente, 'Guadalquebir' 'Guadalquibir', es decir, río Grande.

La Cuenca del Guadalquivir alberga a 398 municipios andaluzas, incluyendo las ciudades de Sevilla, Granada, Córdoba y Jaén. Unos cuatro millones de andaluces -la mitad de la población total- residen en su superficie.

El 80 por ciento del agua de este río se emplea en la agricultura, con casi 650.000 hectáreas de regadío. El consumo total es de 3.255 hectómetros cúbicos al año, casi el 50 por ciento del agua que se necesita en toda Andalucía. Para atender estas demandas, el Guadalquivir cuenta con un importante sistema de regulación de recursos superficiales, con un total de 55 grandes presas en Andalucía, con un volumen total de agua embalsada de 6.967 hectómetros cúbicos.

Relevancia

Una cuantía que supone el 67 por ciento de la capacidad total de los embalses andaluces. La Junta de Andalucía utiliza estos y otros datos a la hora de defender la tesis de que el Guadalquivir y su cuenca son netamente andaluces. Un argumento que no comparte Extremadura.

Esta comunidad mantiene en el Tribunal Constitucional un contencioso que persigue anular este traspaso. Los responsables de la Consejería de Medio Ambiente de Andalucía, que sostienen que este traspaso acercará la gestión del agua a los andaluces, presentan una serie de indicadores relevantes para aquilatar la postura que, a tenor del acuerdo que se rubrica hoy, también comparte el Gobierno central: el 90 por ciento del territorio de la Cuenca Hidrográfica del guadalquivir transcurre por Andalucía, donde también reside el 97,35 por ciento de la población que utiliza este agua. Andalucía es, igualmente, la sede del 99,3 por ciento de los embalses de esta Cuenca y donde se hallan el 96,18 por ciento de sus 62 acuíferos.

Remanso de paz

Pero esta guerra de cifras y de matices políticos queda muy lejos de las orillas del río Borosa. Conforme se avanza en el recorrido del sendero que acompaña al río en busca del Guadalquivir la vegetación, antes claramente mediterránea, se asemeja ahora a un paraje tropical: helechos como el culantrillo y plantas increíbles como la carnívora pingüicula -sin flor en esta época del año, pero con sus mortíferas hojas plagadas de insectos muertos- completan una de las fotografías más bellas del parque natural sierras de Cazorla, Segura y Las Villa.

Un enclave que visitan cada año unas 750.000 personas y que, como el resto del territorio andaluz, lucha por mantener el delicado equilibrio entre progreso y medioambiente.