CHAPAPOTE. Operarios especializados retiran el chapapote de una de las playas afectadas por el vertido en California. / AP
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El desastre se ceba con California

Un carguero derrama 200.000 litros de combustible en la bahía de San Francisco tras colisionar contra un puente El recuerdo de los últimos fuegos todavía sacude al estado

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Parece que últimamente los californianos no ganan para disgustos. Si hace unas semanas el fuego devoraba buena parte del sur del estado, ahora la costa de San Francisco se ha visto arropada por un desagradable manto de chapapote. Los más de 200.000 litros de combustible vertidos en la bahía han obligado al gobernador, Arnold Schwarzenegger, a declarar el estado de emergencia en la zona, a la espera de sopesar el impacto medioambiental de este desaguisado.

El terrible accidente tuvo lugar el pasado miércoles cuando el carguero Cosco Busan chocó contra uno de los pilares del colosal Bay Bridge, el puente que conecta San Francisco con Oakland. Mientras que la estructura del mismo quedó intacta, el barco sufrió desperfectos que provocaron la inevitable fuga de petróleo. Con más de 228.000 litros de 'oro negro' esparcidos por las aguas de la bahía, Schwarzenegger firmó una orden de emergencia que permitiera que las operaciones de recogida continúen «sin perder un minuto».

Alrededor de 458 personas pertenecientes a distintas agencias estatales y federales, así como personal contratado colaboran actualmente para hacer frente a la situación, según la Guardia Costera. Además, se ha llamado a la cooperación vecinal para informar de la llegada de crudo a las costas o la presencia de animales muertos. Hasta la fecha sólo se han recogido entre 30.000 y 36.000 litros de aceite, además de 42.000 litros de petróleo mezclado con agua.

Por supuesto, la velocidad con la que se extiende la mancha de aceite ya ha hecho temer lo peor y las autoridades ya han afirmado que buena parte del vertido jamás podrá ser recogido y que, finalmente, acabará siendo absorbido por el ecosistema. De momento, la isla de Alcatraz se encuentra rodeada por una fina capa de aceite, ocho playas y parques de la zona han sido cerrados y el departamento de Pesca y Caza ha recogido a 94 pájaros bañados en petróleo y otros 28 muertos. Además, se han desplegado más de 11 kilómetros de barreras flotantes para evitar que el vertido se extienda a más playas del estado.

En medio de las tareas de limpieza, todo el mundo se cuestiona cuáles fueron las causas del accidente. «¿Cómo es posible que un barco tan grande, con tanto espacio para atravesar el puente, termine estrellándose?», manifestó un frustrado Schwarzenegger. Lo cierto es que centenares de buques cruzan la zona sin problemas a diario y el capitán del 'Cosco Busan' contaba con la suficiente experiencia como para evitar el siniestro, según informaron las autoridades. Aun así, el abogado del carguero se refirió el pasado viernes a un posible fallo mecánico en el control de mando del buque, con más de 280 metros de eslora, y la densa niebla como los desencadenantes principales del incidente.

Con este desalentador panorama, la polémica no ha tardado en poner en entredicho el papel desempeñado por la Guardia Costera en el asunto. Inicialmente, este departamento informó que el escape no superaba los 530 litros mientras que según publicaba el The San Francisco Chronicle, los oficiales conocieron durante más de cuatro horas el volumen real del vertido, pero no se lo comunicaron a otras agencias. Se espera que Nancy Pelosi, presidenta demócrata de la Cámara baja, visite el lugar del accidente mañana.

Vertido «mediano»

El estado de California, que tiene una de las diez economías más importantes del mundo, ya cuenta con un amplio historial en esta clase de incidentes y el capitán de Guardacostas, que encabeza la investigación del accidente, lo definió como «un derrame de mediano tamaño» que tendrá un impacto profundamente negativo en el medio ambiente.

Cierto es que este vertido poco tiene que ver con los millones de litros vertidos por el 'Exxon Valdez' en 1989, cuando el barco chocó contra un arrecife. El último accidente similar que afectó a las costas de San Francisco tuvo lugar en 1996 cuando un carguero en reparación 'escupió' al mar cerca de 10.000 litros de petróleo tras un escape.