Zapatero excluirá el 11-M de su discurso electoral y pide al PP que haga lo mismo
Advierte a Rabat de que el estatus de las ciudades autónomas no es negociable
Actualizado:José Luis Rodríguez Zapatero adquirió ayer el compromiso de excluir de su discurso electoral los atentados del 11-M y la sentencia dictada contra los autores de la masacre, y reclamó a Mariano Rajoy que haga lo propio. Sostuvo también que hará oídos sordos a las exigencias de Marruecos de negociar el estatus de Ceuta y Melilla para normalizar las relaciones. «La agenda es la que hemos tenido hasta ahora», y en ella no figuran la soberanía de las dos ciudades norteafricanas, zanjó. El presidente del Gobierno, en su primer comentario sobre la sentencia del 11-M, reclamó sacar de la agenda política el fallo de la Audiencia Nacional y respetarlo «sin introducir dudas carentes de fundamento». En su caso particular, garantizó que «no estará» en su discurso de la campaña para las elecciones de marzo.
Rodríguez Zapatero, poco antes de participar en la sesión de clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana que se ha celebrado en Santiago de Chile, señaló que ya dijo todo lo que tenía que decir sobre el 11-M en la comisión de investigación del Congreso, y ahora «toca hablar de futuro».
Víctimas
Animó al líder de la oposición y a su partido a seguir el mismo camino porque es la mejor forma de «fortalecer la Constitución, el Estado de derecho y la democracia». El jefe del Ejecutivo sostuvo que, con la sentencia, la democracia «ha cumplido sus obligaciones», pues las fuerzas de Seguridad, el juez instructor de la causa y el tribunal que ha fallado ya han hecho su trabajo. Con esta tarea realizada, agregó, el estado de derecho «se ha reforzado» y las víctimas y sus familias han obtenido «la respuesta de la justicia». Consideró que ahora corresponde a las fuerzas políticas «cumplir con sus obligaciones democráticas». Recordó que el día que ganó las elecciones se comprometió a «exigir justicia y que se conocieran los responsables» de los atentados. «Se ha cumplido», afirmó. Apuntó que ya se ha terminado el debate y las especulaciones sobre el 11-M y, en consecuencia, sólo resta «respetar las decisiones judiciales». Es el momento, dijo, del «recuerdo, cariño y afecto a las víctimas y sus familias». Y en lo que corresponde a las fuerzas políticas, es la hora de «estar unidos» porque de esa forma «seremos más fuertes ante la amenaza terrorista».
El presidente del Gobierno también valoró de forma positiva la reciente visita de los Reyes a Ceuta y Melilla, y restó trascendencia a las protestas marroquíes. Sostuvo que las relaciones con Rabat son de «gran amistad», y «se van a mantener así», con independencia del viaje de don Juan Carlos y doña Sofía, y confió en que la posición de Marruecos, pese a las quejas, «sea recíproca».
Rodríguez Zapatero recordó que la tesis de su Gobierno respecto a Ceuta y Melilla es «firme y reiterada», y ambas ciudades no van a formar parte de las conversaciones futuras con Marruecos de ninguna manera.
El Gobierno de Rabat exigió esta semana incluir el estatus de ambas poblaciones en las negociaciones para normalizar las relaciones con España y autorizar el regreso del embajador a Madrid. «La agenda es la que hemos tenido hasta ahora, no hay nuevos asuntos», manifestó rotundo. Asimismo subrayó que España tiene con Marruecos tareas conjuntas de «gran importancia», como el control de la inmigración ilegal, terreno donde «la colaboración es extraordinaria» y no tiene por qué variar.