MANUEL GALIANA ACTOR

«No hay papeles dignos ni indignos, sino actores buenos y malos»

Dice que 'Escenas de matrimonio' «bebe del sainete, la sátira, el esperpento y los duelos de parejas»

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Curtido en mil batallas televisivas, teatrales y cinematográficas, Manuel Galiana es uno de nuestros actores más respetados. Desde el miércoles, es Natalio en Escenas de matrimonio. La pareja que forma con Mary Carmen Ramírez, Paca, superó en su estreno los 5.234.000 espectadores de media, 200.000 más que los obtenidos por sus predecesores, Pepa y Avelino.

-¿Cómo se siente en estos momentos?

-Muy bien, de maravilla. Con mucho trabajo, que es lo importante. Y, además, haciendo reír a la gente. ¿Se puede pedir más?

-¿Le gusta la comedia?

-A lo largo de mi trayectoria he tenido la suerte de hacer muchos y variados papeles. En todos me he sentido muy a gusto, pero en la vida es muy importante la risa. Es signo de felicidad.

-¿Usted veía Escenas de matrimonio antes de fichar por esta serie?

-Sí, y me lo pasaba de maravilla.

-¿Cómo reaccionó cuando le llamó José Luis Moreno para que diera vida a Natalio?

-Me dio mucha risa. Tanta que la conversación casi quedó interrumpida. Pensaría que me había vuelto loco. Esta serie es una joya televisiva.

-Al ser espectador de la serie, lo habrá tenido más fácil para dar vida al paciente Natalio...

-Nuestros personajes, Paca y Natalio, no tienen mucho en común con Avelino y Pepa. Tenemos nuestras trifulcas, pero cada uno tenemos una forma distinta de ver la vida. Somos, aunque es evidente que nos van a comparar, otra clase de pareja.

-Actor de Estudio 1 en TVE, de Historias para no dormir con Chicho Ibáñez Serrador y episódico en series como Hospital Central, El comisario... ¿Qué significa para usted volver a televisión?

-Simplemente volver a trabajar a un ritmo diferente del que se sigue en el teatro o en un rodaje de cine.

-Hay gente que se pregunta qué hace un actor como usted en un lugar como éste.

-Escenas de matrimonio es una serie que cuenta con un amplio equipo de guionistas. A lo largo de mis años como actor, no importa el medio, he tenido la oportunidad de hacer muchos y variados papeles que van de la comedia al drama. Soy de la opinión que en televisión o en teatro sólo envilece el papel cuando se hace mal. La misión de un actor, sea el medio que sea, es hacer bien su trabajo. No hay papeles dignos ni indignos, sino actores buenos y malos, como todo en la vida.

«Detrás está el cariño»

-¿Ha cambiado mucho la forma de hacer televisión?

-¿Hija mía! Esto de ahora no tiene nada que ver con lo que se hacía antes. Tiempo atrás había una manera peculiar de interpretar, de decir el texto. Ahora, con la inmediatez, ese ritmo se ha perdido. Eso y la introspección, las pausas, todo ello influido por las series americanas, que es lo que está de moda.

-¿Dónde cree que se encuentran las claves del éxito de audiencia de estas Escenas de matrimonio?

-Esta serie bebe de las fuentes del sainete, de la sátira, del esperpento, de los duelos de parejas. El público se divierte y también desconecta de la realidad nuestra de cada día. Además, Escenas de matrimonio es risa en la superficie, pero también habla de relaciones de pareja. Es más real de lo que uno se puede imaginar a simple vista. Evidentemente, los personajes están un poco en la línea del esperpento y de la caricatura, pero en el fondo de cada episodio, de cada historia, está el cariño.