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Primer día en casa tras la 'pesadilla' de Chad
Los tres españoles liberados en Chad fueron recibidos anoche en Madrid por sus familiares, las cuatro azafatas que regresaron hace una semana y la vicepresidenta primera del Gobierno
MADRID Actualizado: GuardarLos tres españoles liberados ayer en Chad han pasado la primera noche en 15 días junto a su familia. Anoche, minutos antes de las 22.00 horas, el avión que les traía de vuelta procedente de Yamena, la capital chadiana, tomaba tierra en la base de Torrejón de Ardoz, en Madrid. Allí les estaba esperando la vicepresidenta primera del Gobierno. Ya en casa reconocieron que los momentos iniciales de su detención fueron "los más duros" por la incomunicación y la incertidumbre, hasta que llegó el cónsul español en Camerún, Vicente Mas.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dio la bienvenida al piloto Agustín Rey, al copiloto Sergio Muñoz y al auxiliar de vuelo Daniel González, al pie de la escalerilla del avión. Los tripulantes, acompañados por el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, llegaron en un avión Falcon de la Fuerza Aérea Española que salió de Yamena, la capital chadiana, a las 17.15 horas.
Recibimiento al pie de la escalerilla
Junto a la vicepresidenta se encontraban un centenar de personas, entre ellas, las cuatro azafatas Tatiana Suárez, Carolina Jean, Mercedes Calleja y Sara López, que regresaron a España el pasado día 4, y familiares, que los recibieron entre aplausos, con abrazos y lágrimas, además de una amplia representación de los medios de comunicación.
Los siete miembros de la tripulación se fundieron en un emotivo abrazo, tras quince días de detención en Chad acusados de complicidad en el intento de la ONG francesa "El Arca de Zoé" de trasladar a Francia a 103 niños de la región africana. Posteriormente, se trasladaron a un hangar de la base aérea para ofrecer una rueda de prensa en la que intervinieron la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y el piloto liberado.
En su intervención, Fernández de la Vega expresó su satisfacción porque "la diplomacia ha funcionado de forma decidida, firme, respetuosa y comprometida". La vicepresidenta agradeció a continuación al presidente del Chad , Idriss Deby, y a las autoridades judiciales del país africano "su buena disposición al entendimiento, lo que ha permitido que nuestros compatriotas estén hoy en libertad y que estén felizmente con nosotros, en casa".
Abrazo de toda la tripulación
En su comparecencia, el piloto Agustín Rey se mostró "muy orgulloso" de todos y cada uno de los miembros de la tripulación que han permanecido unidos. Rey expresó su agradecimiento a "todo el mundo que ha estado luchando por nosotros", como el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, y el Colegio de Pilotos.
En declaraciones a los periodistas, el copiloto Sergio Muñoz aseguró que "todo ha sido un mal trago" y que los quince días en Chad "parece que han sido quince años". Reconoció que, a pesar de que vivieron "situaciones un poco comprometidas y duras", mantuvieron "la moral" en todo momento porque sabían que eran inocentes y que "la verdad tendría que caer por su propio peso". "No podía ser que nos juzgaran y nos metieran en la cárcel de por vida por algo que no habíamos hecho", recalcó.
Muñoz, que se mostró muy contento de regresar a casa, destacó el buen trato de la Policía chadiana y el apoyo recibido por la gente, los medios de comunicación y el Gobierno, al que agradeció sus gestiones.
La importancia de la libertad
El auxiliar de vuelo Daniel González se mostró "muy animado después de ver a la familia, poder descansar y disfrutar con ellos" y comprobar que "realmente la libertad es muy importante para todos". González señaló que lo más duro fueron los primeros momentos "porque todos sabíamos que nos condenaron por algo que no habíamos hecho", aunque "sabíamos que tarde o temprano íbamos a salir".
Apuntó que, a partir de la liberación de las azafatas, vieron que "todo se podía solucionar, que era cuestión de pocos días porque si se habían ido cuatro inocentes quedábamos tres que también teníamos que irnos". En referencia a las condiciones de las prisiones, el auxiliar de vuelo indicó que "eran malas para el país pero no tenían nada mejor para nosotros".
La azafata Tatiana Suárez señaló que, "por fin, estamos todos supercontentos porque todos estamos en casa, que es lo que estábamos deseando desde hace días, para que ahora puedan notar el calor de su gente, descansar y olvidar esta pesadilla".