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Libro de campo
Sale al mercado la primera guía de setas de La Janda con el objetivo de proporcionar conocimientos básicos a los no iniciados en la materia
Actualizado: GuardarRomero Torrejón señala que lo que echó de menos cuando empezó a interesarle el mundo de las setas es encontrar un libro sencillo que le pudiera acercar a este producto siempre rodeado de un cierto halo de misterio y exquisitez. Eso le movió a escribir el libro Setas comestibles de Barbate, Conil y Vejer una guía de 90 páginas, con dibujos y fotografías en el que hace una pequeña introducción al mundo de las setas, describe las especies comestibles más fáciles de encontrar en La Janda y finalmente ofrece dos o tres recetas para hacer con cada una.
Es un libro ligero, que se puede llevar fácilmente al campo cuando se va a coger setas, una actividad en auge hasta el punto de que ya existen varias asociaciones en la provincia. La última de ellas, a la que pertenece el propio Ildefonso Romero, se ha fundado en Barbate bajo el nombre de Sociedad Micológica y Botánica La Breña, en honor al parque Natural más importante de La Janda.
Hasta ahora las posibilidades micológicas de la zona de La Janda eran muy desconocidas para los que no son aficionados a este mundo. El centro setero de la provincia ha estado ligado siempre al parque de Los Alcornocales y más concretamente a Jimena, una localidad que ha logrado sacarle partido a una de las setas más apreciadas por los aficionados: la chantarela, también conocida como rebozuelo. En la población del Campo de Gibraltar se ha creado incluso una lonja en la que se comercializan los productos que van a parar hasta a mercados internacionales.
Sin embargo Ildefonso Romero señala que en la zona de La Janda también se encuentran buenos ejemplares de setas. Cita en concreto tres espacios: el parque de La Breña, la Sierra del Retín y los pinares de Roche donde es posible encontrar alguna de las 17 setas que se describen en el libro, todas comestibles y habituales en esta zona.
Romero señala que ha querido centrarse en las especies más habituales «ya que se trata de una guía de iniciación». Cada seta lleva una ficha con foto y se detallan sus características para que puedan ser identificadas en el campo. De todos modos este aficionado al mundo de las setas, que ha asistido ya a varios encuentros de especialistas, señala que en las primeras salidas es importante ir acompañado de alguien que las conozca ya que algunos ejemplares son venenosos y es importante reconocerlos. Romero parte de una máxima: «ante la duda, no la consuma».
Ildefonso Romero tiene 43 años. Nació en Paterna, pero su afición por las setas le vino en Barbate a donde fue destinado como veterinario, su profesión. Allí, con dos amigos, Ramiro Fernández y Manuel Varo, se aficionó a ir al campo no sólo a coger setas, sino también a disfrutar de la Naturaleza. Romero señala que en esta afición se juntan muchos placeres: «Coger las setas, hablar con los amigos para identificarlas y luego comérselas».
Desde hace 15 años ha ido recopilando información hasta que hace siete u ocho meses y animado por los amigos se atrevió a escribir el libro, el primero que realiza, aunque antes ya había publicado diversos trabajos divulgativos y carteles en torno a las almadrabas y el atún.
Romero ha editado el mismo el libro que ya se puede encontrar en librerías y papelerías de Barbate, Conil y Vejer a 12 euros. Está ilusionado con los resultados y afirma que si tiene éxito quiere hacer un volumen ya más ambicioso sobre este mundo que cuenta cada día con un mayor número de adeptos.