El doble juego de Benazir
El presidente paquistaní, general Musharraf, no sabe qué hacer con Benazir Bhutto y ella también vacila sobre su conducta en la crisis y pretende preservar, en medio de las dificultades inesperadas, su clara oportunidad de volver a ser primera ministra como estaba previsto.
Actualizado: GuardarLa volatilidad de la situación y la ambigüedad profunda de la situación se evidenciaron este viernes cuando el gobierno negó que Bhutto hubiera sido puesta bajo arresto domiciliario para aclarar que se trataba de impedir que encabezara una gran manifestación porque tales marchas están vetadas bajo el estado de emergencia.
Los críticos de Bhutto creen que la ex primera ministra anunció que su Partido Popular Paquistaní organizaría una gran demostración pública en Rawalpindi el viernes a sabiendas de que no sería autorizada. Técnicamente, pues, se puede decir que Bhutto no está formalmente arrestada.
El gobierno sugirió que no puede autorizar manifestaciones porque tiene información de que solo en Rawalpindi hay seis o siete terroristas suicidas y que es imperativo impedir las grandes concentraciones que podrían ser escenario de otra matanza como la del 18 de octubre, cuando Benazir volvió al país y miles de sus seguidores se concentraron para homenajearla en Karachi.
La situación ha cambiado poco, salvo que tras una llamada de Bush y bajo presión internacional el gobierno concretó que mantiene las elecciones previstas aunque con un mes retraso: tendrán lugar a mediados de febrero. Los comicios deberían dar al PPP el acceso al gobierno mediante un pacto con el campo musharrafista en ejecución del plan Musharraf-Bhutto avalado por Washington.
Bhutto deberá aclarar si asume la impresentable purga del Tribunal Supremo ejecutada por Musharraf con el objeto de que una Corte renovada bendiga todo el proceso en marcha. Si tal cosa sucede, y sin tardar porque Musharraf debe jurar como presidente el jueves, quedará claro que Bhutto cierra un ojo y la mitad del otro para salvar lo esencial del arreglo que la devolverá al poder como quieren en Washington.