Cooperación entre agentes
La ley que ayer entró en vigor ratifica la base de datos genéticos conjunta ya existente, integrada por la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Escuadra. La Ertzaintza y el Instituto Nacional de Toxicología se sumarán una vez se superen problemas técnicos que por ahora lo impiden, según avanzó ayer un portavoz del Ministerio del Interior. El artículo 7.3 de la norma precisa que las policías autonómicas sólo podrán usar los datos así obtenidos para la investigación de los delitos previstos en la propia legislación, para la identificación de cadáveres y para la localización de personas desaparecidas.
Actualizado: GuardarEl preámbulo de la ley sólo menciona la posibilidad de que en un futuro las policías autonómicas «puedan eventualmente integrarse» en la base común genética, mientras que el artículo 7.1 precisa que «los datos contenidos en la base de datos sólo podrán utilizarse por las unidades de Policía Judicial de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, entendiendo por tales las unidades respectivas de las Policía y de la Guardia Civil».
Sin embargo, el artículo 7.3 abre la puerta a la participación en la base de datos de las policías autonómicas por la vía de la «cesión de datos», la misma prevista para el CNI, cuyos agentes podrán consultar los miles de perfiles genéticos almacenados, aunque sin disponer de acceso directo, aunque no se dedican a labores de investigación policial.
La ley también autoriza a la cesión de estas informaciones genéticas «a las autoridades judiciales, fiscales o policiales de terceros países de acuerdo con lo previsto en los convenios internacionales ratificados por España y que estén vigentes».