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La Autoridad Portuaria estudia implantar una terminal de graneles sólidos en La Cabezuela

La inversión rondaría los 30 millones y dependerá del tráfico del puerto Un Sistema de Gestión Ambiental «minimiza» los focos de polución

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La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz está estudiando la posibilidad de implantar una terminal pública de graneles sólidos en el muelle de La Cabezuela-Puerto Real, con un sistema de descarga con tolvas ecológicas, cintas transportadoras cubiertas y almacenamiento cerrado de la mercancía, informaron ayer desde la entidad portuaria. La inversión en caso de concretarse este proyecto estaría entre los 25 y los 30 millones de euros.

Con objeto de ver la viabilidad de este proyecto, desde la Autoridad Portuaria se ha contactado ya con los principales operadores y estibadores de graneles sólidos, entre ellos Cebasa, Garça Capital, Seporsur y Portillo. Además de exponerles la idea, la intención es valorar si el volumen del tráfico portuario lo hace factible.

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz respondió también a las acusaciones vertidas por la asociación Ecologistas en Acción sobre la posible contaminación que se produce en el muelle de La Cabezuela durante la descarga de los graneles sólidos, que se almacenan al aire libre en los muelles.

«Consciente de la importancia de preservar el entorno natural, la Autoridad Portuaria cuenta con un Sistema de Gestión Medioambiental en La Cabezuela-Puerto Real, con el que se minimizan los posibles focos que puedan deteriorar el medio ambiente», explicaron desde el ente dependiente de Puertos del Estado.

Según la Autoridad Portuaria, a través de este plan «se controlan entre otros la emisión de ruidos, las emisiones atmosféricas, el consumo de recursos y los aspectos estéticos de la carga y descarga de graneles en la dársena puertorrealeña». Entre otras medidas, «existe un condicionado para la manipulación de graneles sólidos» en el que el Puerto exige a las empresas estibadoras que cumplan una serie de requisitos a la hora de cargar y descargar la mercancía.

Entre esos requisitos se encuentran medidas como cerrar las cucharas dentro de las bodegas de los barcos, operar con las cucharas lo más cerca posible de las pilas de la mercancía, humedecer el género cuando se encuentra acopiado en el muelle e impedir que los camiones circulen a más de 30 kilómetros por hora y sin lona que cubra la mercancía.