El Festival de Cine de Sevilla le otorga el Giraldillo de oro a Jean Reno
El actor hispano-francés recibe emocionado el galardón de la muestra y declara que se siente orgulloso de regresar a «la tierra de sus padres»
Actualizado:El actor hispano-francés Jean Reno, quien no pudo contener su emoción al regresar a «la tierra de sus padres», recogió anoche el Giraldillo de Oro del Sevilla Festival de Cine Europeo y ha reconocido en su breve discurso que esto le «toca mucho y que es muy fuerte» para él.
Antes de que la emoción le impidiera seguir hablando, el actor manifestó que «esta noche no está aquí Jean Reno, está aquí Juan Moreno» y concluyó dando las gracias a los concurrentes, al festival y al alcalde.
Ha sido el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, quien ha entregado el premio al actor y quien ha recordado que en la época de la juventud de Juan Moreno «Europa fue la única salida, la salida a la libertad y la oportunidad de ganarse la vida, que aquí se les negaba por razones políticas».
También, ha señalado que Sevilla actualmente es una «ciudad abierta y moderna», que «mira a Europa de tú a tú». Sánchez Monteseirín se ha referido al actor hispano-francés como un hombre de «personalidad inimitable, auténtica, enigmática y profundamente humana» por el que «corre sangre andaluza».
«No me iré nunca porque no nací allí y aquello es un continente distinto; prefiero Nueva York a Los Ángeles», ha señalado sobre su relación con Hollywood el veterano actor, que anoche recibió en el Sevilla Festival de Cine Europeo el Giraldillo de Oro en reconocimiento a toda su carrera.
De Hollywood ha dicho que «la primera vez es más de lo que esperas, algo mágico, toda la ciudad funciona para el cine y para que te encuentres bien, pero yendo más veces notas la soledad», y ha asegurado que, pese a su éxito a uno y otro lado del Atlántico, sigue siendo el mismo, «con el mismo abogado y el mismo manager de hace veinte años».
Reno ha hecho gala de buen humor durante todo su encuentro con la prensa y al hablar de sus próximas películas ha contado, como resignado, que le vuelvan a dar papeles de matón, ya que en marzo rodará en Marsella «una cosa con una pistola y un hijo», en alusión al papel protagonista, el de un matón armenio, y luego rodará la historia de un hombre que recibió 22 balazos y vive en Marsella, que ocurrió de verdad.
El actor, que ha asegurado que lo mejor del mundo del cine es que es un mundo «en el que nos gusta respetar el talento», ha señalado que, por su físico -«me vieron fuerte y matón», ha recordado- le encasillaron hasta el punto de esperar diez años para interpretar otros roles: «Me gusta pensar que puedo hacer casi todo, aunque sea pretencioso decirlo, pero eso me permite vivir; si hago películas iguales me aburro».
«No me gusta pararme en los recuerdos, pienso que se me va a ir el talento; es como el que juega al tenis, que no se puede parar; y me gusta pensar que mañana va ser más difícil que ayer», ha dicho sobre su trabajo antes de señalar que si hiciera una historia andaluza podría ser La piel del tambor (de Arturo Pérez Reverte), «o algo de amor, porque con Sevilla funciona el amor».
A la pregunta de con qué director español le gustaría trabajar ha asegurado que con el de «El laberinto del fauno», aunque sea mexicano, y ha añadido, siempre con humor, que «el primero que se te viene a la cabeza es Almodóvar, pero no sé si él querrá trabajar conmigo».
Sobre el cine europeo dijo que faltan directores jóvenes y que «ahora un millón de entradas en París es un éxito, y antes no era nada», mientras que sobre el futuro ha sentenciado: «La juventud tiene la respuesta».
Como otro de los homenajes del Festival ha sido a la figura de Antonioni, con quien Reno trabajó en su penúltima película, el actor hizo un emotivo recuerdo del maestro italiano: «Más que trabajar con él me gustó comunicarme con él; ya estaba semiparalizado, pero yo le tocaba y él se reía conmigo; me interesó tener una relación personal con él; tenía mucha fuerza y una mirada increíble; fue algo muy particular, estuve en una nube con él».
«Me homenajean, pero también vendría a tomarme una copa» ha asegurado justo antes de bromear con el director del Festival sevillano, Manuel Grosso, diciéndole que son familia porque su padre también se llamaba Manuel, y recordando que el otro día recibió la llamada de su primo proponiéndole que, como el año que viene ambos cumplen 60, hicieran un viaje en coche a Andalucía los dos solos, su primo y él, hacia el sur, en busca del sol y las raíces.