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La industria de la Bahía vuelve a quedarse sin especialistas por la falta de planes de formación
Navantia dice que «la situación es buena y se cumplen los plazos» pero algunas subcontratas empiezan a sufrir «enormes dificultades» para encontrar especialistas El comité de Puerto Real cree que es un «escándalo» que se contrate a extranjeros con el paro de la Bahía
Actualizado: GuardarEl comité de empresa de la factoría de Navantia Puerto Real fue ayer el que dio la voz de alarma. La industria de la Bahía vuelve a quedarse, una vez más, sin personal cualificado cuando se asoma a los momentos cumbre de actividad. Sólo Navantia y Dragados Offshore necesitarán contratar el próximo año entre 2.000 y 3.000 nuevos profesionales y la propia Junta anunciaba antes del verano un plan de formación integral para el sector secundario porque preveía una demanda a partir de este otoño de hasta 4.000 empleos.
Sin embargo, hasta el momento el único programa sobre la mesa es el de Delphi, que está previsto para el próximo 16 de noviembre para los 1.800 ex empleados de la factoría. Con Dragados Offshore están en marcha negociaciones pero el cénit de carga de trabajo prevé llegar en el segundo semestre de 2008 y «los buenos profesionales no se hacen en seis meses», como dice José Luis Ferrer, miembro de la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca).
Casi 50.000 horas
Es esta industria auxiliar la que sufre los primeros problemas, porque Navantia «está en una situación buena y hasta el momento no hay ningún incumplimiento de contrato» por superación de los plazos de obra, según aseguró un portavoz, que recordó que la compañía pública nació con unas restricciones de plantilla -no puede hacer contrataciones que superen el número de trabajadores en el momento de su nacimiento (cerca de 2.000 en la Bahía)-. Además, la mismo fuente aseguró que durante este año se han invertido 2,5 millones de euros en casi 49.000 horas de formación, de las que se han beneficiado 3.500 trabajadores, lo que significa que «muchos han realizado varios cursos» porque la nómina actual es de 1.800 empleados.
Sin embargo, la situación de la industria auxiliar es radicalmente opuesta. Algunas empresas empiezan a tener «enormes dificultades» para dar con especialistas, «con experiencia y formación» en profesiones como soldadura, electricidad, montajes eléctricos o calderería y «probablemente en la medida que aumenten las cargas de trabajo, irá a peor, según José Luis Ferrer. El inconveniente, según reconoce, es que «hace dos años era impensable» la actual carga de trabajo, con los astilleros al borde del cierre, y esta propia inestabilidad del sector complica la planificación de necesidades a medio plazo. No obstante, el portavoz empresarial consideró que «si se empiezan a buscar ya soluciones sí hay remedio» y se mostró «seguro» de que «muchísimas empresas no tendrían problemas» para asumir compromisos de contratación de personal cualificación como demanda la Junta como condición para impartir la formación demandada.
Mientras, el presidente del comité, Ramón Linares, anunció que los astilleros de la Bahía prevén llegar a mediados del año 2008 al doble de su actual plantilla. A día de hoy la construcción naval ocupa a 1.680 personas y se estima que para el tercer trimestre del próximo año alcance los 3.000 trabajadores. Una expectativa ante la que Linares exigió a las administraciones «mecanismos de formación y cualificación» para dotar al sector de las aproximadamente mil personas que necesita para evitar «retrasos importantes» en los plazos de entrega a los clientes.
La carencia de personal, que ya se está notando pero será más grave a partir del próximo verano, está afectando a todos los gremios, desde ingenieros a oficiales tuberos, electricistas, montadores o soldadores, y se está subsanando con profesionales venidos del extranjero, sobre todo de Rumanía, Polonia o Portugal.
Un año de espera
Los planes de reconversión de hace tres años recogían un compromiso de formación de personal que no se ha cumplido. Una situación ante la que el comité denunció la pasividad de los responsables de Navantia y de la Junta de Andalucía, «instalados en el podio de las medallas, proclamando los resultados exitosos de las operaciones comerciales que han negociado». Según Linares, ambas no han programado las actuaciones adecuadas para crear unos planes de formación acordes con la demanda prevista: «Ha transcurrido más de un año desde que se conociera la carga de trabajo en cartera y se sabían las necesidades de cualificación profesional que iban a necesitar los astilleros para afrontar esta carga de trabajo por parte de la plantilla auxiliar».
Una expectativa de la que también era «conocedora» la Consejería de Empleo «desde hace más de un año y aún no ha puesto en funcionamiento un plan de formación global para que nuestros jóvenes tengan la formación adecuada para poder trabajar». Esta actitud hace pensar a los trabajadores que podría encubrir un propósito de cierre del astillero a medio plazo, por lo que ya avanzaron que esperan que «desde el 132 de la calle Velázquez en Madrid, sede de la Sepi y Navantia, no puedan justificar a medio plazo el cierre de astilleros con la excusa de que ya no sabemos construir barcos».
Los sindicatos hacen por ello un llamamiento antes de que la falta de profesionalidad retrase las obras previstas en los astilleros de la Bahía, sobre todo en la construcción de los tres quimiqueros para la empresa viguesa Factorías Vulcano. «No podemos perder el tren ante este buen momento; ya estamos cansados de que siempre estemos en crisis y queremos que se pongan los medios y la Junta invierta en un plan de formación global».
En este sentido, consideró que «si a partir de mañana hay voluntad política y ganas de hacer las cosas», en el plazo de «cinco o seis meses» podría haber «una batería importante de trabajadores formados» para que los primeros retrasos no se generalicen al resto de encargos en un breve plazo de tiempo.
Por todo ello, Linares tildó de «escándalo social» que en la Bahía de Cádiz, a la que se refirió como «la capital del paro», las administraciones «no estén ofreciendo los mecanismos necesarios para que nuestros jóvenes consigan formarse y cualificarse para trabajar en los astilleros», que, recordó, tienen carga de trabajo garantizada para «los próximos cuatro años».
brevilla@lavozdigital.es