El Gobierno confía en recuperar pronto la normalidad en las relaciones con Rabat
El Gobierno confía en que las protestas del Ejecutivo de Marruecos por el viaje de los Reyes a Ceuta y Melilla no irán a más ni destruirán la buena relación mantenida por los dos países en esta legislatura. Madrid cree que los duros reproches y advertencias lanzados por Mohamed VI buscan sólo contentar a determinados sectores de la sociedad marroquí, que no verían con buenos ojos que sus mandatarios callasen ante una visita que, en vista de su desarrollo y resultados, supuso un serio golpe a sus aspiraciones de anexionarse las dos plazas africanas.
Actualizado: GuardarPor su parte, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Taib Fassi Fihri, reiteró ayer su oferta a España para resolver por medio del diálogo el «contencioso territorial» sobre Ceuta y Melilla. El titular rehusó poner una fecha al retorno del embajador marroquí en España, Omar Azziman, llamado a consultas por orden de Mohamed VI la semana pasada al conocerse la visita de los Reyes de España a las ciudades autónomas cuya soberanía reclama Rabat.
Asimismo, el ministro marroquí afirmó que la presencia española en Ceuta y Melilla se inició siglos después de la constitución del reino de Marruecos , según informó la agencia estatal de noticias MAP. Fassi Fihri apuntó que el reino alauí no ha dejado de reivindicar la devolución de los dos enclaves desde que obtuvo la independencia en 1956 y advirtió de que, en todo caso, se trata de un «asunto bilateral» y un «contencioso territorial» entre España y Marruecos por la soberanía de las dos ciudades y de los islotes adyacentes.
«La cosa quedará ahí»
El Ejecutivo español, por su parte, no tiene previsto a día de hoy mantener ningún contacto a nivel oficial con el país vecino, indicaron fuentes gubernamentales. Así, no se sabe cuándo volverá Marruecos a incluir en su agenda diplomática las Reuniones de Alto Nivel (RAN), base de su privilegiada relación bilateral con España.
Tras evaluar el mensaje lanzado el martes al pueblo marroquí por el jefe del Estado, Mohamed VI, que condenó y calificó de «lamentable» la visita, las fuentes diplomáticas españolas consultadas se mostraron tranquilas y confiadas en que «la cosa va a quedar ahí», si bien admitieron que «Marruecos a veces es imprevisible».
Bajo la apariencia monolítica del régimen alauí, indicaron otras fuentes, hay un país aquejado de importantes tensiones internas y regido por familias políticas que no siempre conviven en armonía. Según ese análisis, la protesta del rey magrebí buscaría contentar a los más 'duros' de su Ejército, que tienen una enorme influencia en los asuntos políticos, así como a los sectores más integristas y antiespañoles.