La pequeña Noara recibe el hígado de un donante y comienza a recuperarse
Su madre, menor de edad, había sido autorizada por un juez para cederle parte de su órgano si fuera necesario
Actualizado: GuardarFinalmente no hizo falta que Rocío Polvillo, de 17 años, cediese parte de su hígado a su hija de seis meses. La pequeña fue operada durante la madrugada del martes gracias a la donación procedente de un niño de 12 años, cuya familia había cedido varios órganos. La operación, que se prolongó durante ocho horas, se desarrolló sin incidencias y los médicos se confiesan optimistas sobre el estado de la pequeña. El aviso del trasplante ha coincidido con la autorización judicial para que la madre fuese la donante en el supuesto de que no apareciera otra alternativa.
El caso de la pequeña Noara saltó a la luz pública tras conocerse que su madre había solicitado autorización judicial para poder ser la donante del hígado. Lo noticiable del caso no era la petición materna, sino su edad, ya que la legislación prohíbe esta posibilidad a los menores de 18 años y a Rocío le faltan cinco meses para cumplirlos.
El bebé sufría una grave enfermedad congénita, denominada atresia de las vías biliares, y necesitaba para vivir continuos tratamientos médicos y un trasplante hepático, por lo que se la incluyó en la lista de espera, aunque no con carácter urgente. Un juez de Sevilla, tras contar con el beneplácito del fiscal, hizo una excepción y autorizó a que la madre fuese la donante si la niña empeoraba y no se podía llevar a cabo un transplante con un fallecido.
Esperada intervención
Rocío recibió la noticia de que había aparecido un hígado compatible para su hija en la tarde del lunes, según su abogado, Juan Manuel Gabella. El aviso coincidió en el tiempo con la autorización del Juzgado de Córdoba, favorable a que la madre hiciese de donante en caso de necesidad.
La intervención, en la que participó un equipo de una decena de profesionales coordinados por el jefe del Servicio de Cirugía, el doctor Sebastián Rufián, duró ocho horas y se llevó a cabo la madrugada de ayer en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, donde se han realizado un centenar de trasplantes hepáticos infantiles. El director médico del centro, Manuel García, explicó que las próximas 24 horas serán «claves» para conocer el estado de salud de la pequeña tras someterse a esta intervención «compleja».
Ahora, Noara se encuentra estable y se recupera en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) Pediátricos, donde pasará al menos una semana. Si todo va bien, la niña podría estar dentro de un mes en su casa. El coordinador de trasplantes del centro, Juan Carlos Robles, explicó ayer que el hígado es un órgano «que se regenera bien, por lo que el nivel de supervivencia es muy alto». Es posible, confió, que la niña «reaccione bien».