El presidente de Georgia aumenta el estado de emergencia a todo el país
Además ha prohibido todas las emisiones de radio y televisión excepto las de la televisión pública
TIFLISActualizado:El presidente de Georgia , Mijaíl Saakashvili, ha decretado hoy el estado de excepción en la capital, Tiflis, para hacer frente a las movilizaciones de la oposición y frenar lo que denominó intento de "golpe de Estado", al tiempo que anunció la expulsión de tres diplomáticos rusos.
Horas después ha aumentado el estado de emergencia a todo el país por un periodo de 15 días y ha prohibido todas las emisiones de radio y televisión excepto las de la televisión pública, segúnha anunciado el ministro de Economía, Georgy Arveladze. "El presidente ha hecho uso de su derecho constitucional y ha firmado un decreto para imponer el estado de emergencia durante quince días en todo el territorio de Georgia", ha afirmado Arveladze.
"Durante el período de vigencia del estado de excepción se prohibirán las manifestaciones y mítines, y también los llamamientos a la toma violenta del poder en los medios de comunicación", ha asegurado el primer ministro georgiano, Zurab Nogaideli, ante la prensa.
Nogaideli ha insistido en que el estado de excepción sólo afectará a la capital del país y que no se limitará ni "la libertad de expresión ni la de prensa". "Tan pronto como se restablezca el orden, entonces enseguida se revocará el estado de excepción y también se reanudará el funcionamiento normal de los medios de comunicación", ha añadido.
Según la Constitución de Georgia , el Parlamento deberá ratificar el decreto presidencial en las próximas 48 horas.
En las principales plazas públicas y en las inmediaciones de los edificios oficiales de Tiflis, ciudad de poco más de un millón de habitantes, se ha desplegado un numeroso dispositivo policial poco después del anuncio del estado de excepción.
Expulsados tres diplómaticos
Horas antes, Saakashvili había anunciado la expulsión de tres diplomáticos rusos por mantener contactos con la oposición y acusó a Moscú de "crear un gobierno en la sombra" para usurpar el poder. "Tenemos pruebas de las actividades subversivas de los servicios secretos rusos en territorio georgiano, y las vamos a revelar", ha asegurado Saakashvili en directo por la televisión pública.
Por la misma razón, Georgia ha llamado a consultas a su embajador en Moscú y ha convocado al embajador ruso en Tiflis para pedirle explicaciones por las declaraciones del ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, sobre las demandas opositoras de dimisión de Saakashvili.
"Las palabras de Lavrov no fueron del todo correctas. El destino de Georgia se decide en Georgia y su futuro depende del pueblo y de las autoridades que ellos elijan", ha afirmado el jefe de la diplomacia georgiana, Guela Bezhuashvili. Asimismo, ha instado al ministro ruso "a abstenerse de cualquier clase de interferencia en los asuntos internos de Georgia ", considerado el principal aliado de Estados Unidos en el Cáucaso.
Lavrov ha expresado hoy su "inquietud" por las multitudinarias protestas opositoras que tienen lugar frente a la sede del Parlamento en Tiflis desde el viernes pasado. "Estoy convencido de que el pueblo georgiano se merece un futuro mejor y, al respecto, puede contar con el apoyo de Rusia", ha dicho.
Quinto día de protestas
Líderes de la oposición, que han congregado hoy por quinto día consecutivo a varios miles de sus partidarios en el centro de Tiflis, también han llamado a Lavrov a "meterse en sus asuntos".
Minutos después, los manifestantes han sido dispersados por la Policía antidisturbios con balas de goma y gases lacrimógenos.
Saakashvili, cuyo renuncia es demandada por la oposición, acusó el domingo a Rusia de estar detrás de las protestas, con el fin de desatar "desórdenes" y debilitar a Georgia . Además, el Ministerio de Defensa georgiano denunció el sábado que tres cazabombarderos rusos Su-24 violaron su espacio aéreo, lo que negaron rotundamente las Fuerzas Aéreas Rusas (FAR).
Las relaciones entre Tiflis y Moscú se encuentran prácticamente congeladas desde que en septiembre de 2006 las autoridades georgianas detuvieran y posteriormente expulsaran a cuatro militares rusos por espionaje. Ese incidente desembocó en la decisión de Moscú de bloquear a Georgia por tierra, mar y aire.