CENTRO. Puerta de acceso general del Hospital de Puerto Real.
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«Teníamos miedo de que nos mandaran a otro hospital»

El acuerdo suscrito con los ginecólogos del Clínico devuelve la tranquilidad a las futuras madres

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Entre la emoción y los nervios se debaten los familiares a las puertas de los paritorios del Hospital Universitario de Puerto Real. Durante las últimas dos semanas, las embarazadas han temido por la atención de sus partos ante la amenaza lanzada por los ginecólogos de dejar el servicio y suspender los alumbramientos durante las guardias.

Los especialistas reclaman al gerente del Hospital la contratación de más profesionales para evitar que los médicos hagan las guardias muy seguidas. Para conseguir sus propósitos, los médicos filtraron a los medios de comunicación el anuncio del cierre del paritorio y la idea de dejar sus puestos de trabajo como medidas de presión. La Delegación provincial de Salud se propuso cortar de raíz esta situación ante la alarma social que había creado el anuncio y la preocupación de las pacientes. El pasado miércoles, el gerente del Hospital, Andrés Rabadán, y el jefe del servicio de Ginecología, Rafael Comino, firmaron un acuerdo para frenar las protestas de los médicos.

El número de bajas y las vacantes ha obligado a los especialistas a hacer las guardias de forma muy frecuente, una cada tres días, lo que supone para los médicos un desgaste personal y profesional importante. El acuerdo firmado entre ginecólogos y gerente recoge que a partir de ahora habrá un médico de guardia presencial y otro localizado, frente a los dos que existían, de esta forma las guardias las harán más espaciadas y será posible abrir un número mayor de consultas.

Los médicos no están conformes con esta medida, ya que consideran que el que exista un solo facultativo por la noche supone un riesgo para los pacientes y una gran responsabilidad grande para el profesional en el caso de que tenga que atender dos urgencias al mismo tiempo. Para informar de estas circunstancias, los médicos han enviado un escrito a la Fiscalía, al Colegio Médico y al gerente del servicio.

Los que han vivido esta lucha interna directamente han sido los pacientes, que han permanecido inquietos ante los temores del cierre de paritorios. Isaac García acaba de ser padre y comenta entre los nervios y la emoción del momento que durante la semana no ha quitado ojo a la prensa «con miedo a que nos mandaran para otro hospital cuando mi mujer saliera de cuentas». Al final la esposa de Isaac, Laura, ha ingresado en el primer turno de guardia y ha dado a luz a Carmen de forma natural con la ayuda de las matronas del Hospital. Isaac asegura que no puede quejarse del trato que le han dado a su familia ya que «ha sido más la amenaza y la alarma que la realidad», comenta.

Carmen Trujillo ha sido tía y espera a la puerta de paritorios la salida de su hermana. Entre la inquietud del momento comenta que ha pasado unas semanas «muy asustada», aunque reconoce que por el momento a su hermana Juani «la han tratado de maravilla».