La izquierda del siglo XXI
La primera jornada del VII Seminario Internacional 'Nuestro Patrimonio Común' analizó la evolución última de los movimientos sociales y sus retos futuros
Actualizado:Desde esa Europa progre -en el sentido más cicatero y triste del término-, que compatibiliza la defensa light de los valores sociales con el uso y abuso de los principios neoliberales; desde esa ambigüedad impostora, que permite adoptar una moral afectada mientras, con cada gesto cotidiano, se contribuye a afilar los engranajes del sistema, resulta muy difícil establecer un diagnóstico certero -y no equívocamente interesado-, sobre las nuevas experiencias de la izquierda en países como Ecuador, Bolivia o Venezuela. O bien se promueve un seguidismo cerril de posiciones a priori enfrentadas, o bien se tira sin empacho de tópicos manidos, anclados en el siglo XX, para colocarse a uno u otro lado de la trinchera sin necesidad de recurrir a eso que algunos ingenuos visionarios han dado en llamar pensamiento crítico, se aplique al contexto ideológico que se aplique.
La jornada de ayer del VII Seminario Internacional Nuestro Patrimonio Común, dedicado en su edición de 2007 al estudio de los movimientos libertarios y su evolución hacia las corrientes alternativas, sirvió para evidenciar la falta de una perspectiva global -la carencia de un solo marco de análisis-, que permita diseccionar estos procesos desde un esquema único, aunque lo suficientemente flexible como para abarcar las condiciones concretas de cada espacio y cada época.
Sólo es posible aproximarse a ese conocimiento mediante la exposición de realidades tan aparentemente dispares como el fenómeno migratorio y la revolución ciudadana en Ecuador, el impacto de la globalización en Marruecos, o la conflictividad social y las nuevas formas de organización en España. De esta forma el interesado puede establecer un dictamen genérico sobre los desafíos de nuestro tiempo, aunque sea partiendo de un espectro tan amplio como el que media entre la reforma de los Estados o la construcción de la Democracia en España.
¿Por qué la izquierda latinoamericana ha vuelto a convertirse en un referente universal? Según Juan José Paz y Miño, de la Universidad Católica Pontificia, que se centró en el caso de Ecuador, se trata de una reacción histórica natural a «la larga noche del neoliberalismo» que han vivido estos países. Los gobiernos que tomaron esquemas puramente empresariales para gestionar Ecuador -véase como paradigma- «sólo fueron positivos para una elite y escamotearon los beneficios al pueblo». De ahí que, tras décadas de sufrir la impericia o mala fe de los partidos tradicionales, la ciudadanía haya apostado por una opción tan extraña y novedosa como la que representa Correa, «un líder sin partido, cabeza visible de un movimiento ciudadano que no está organizado», pero que ha obtenido el 80% de los votos en las elecciones de la próxima asamblea constituyente.
El viejo prisma
«El socialismo del siglo XXI no tiene por qué tener que ver con el del siglo XX, ni siquiera en el concepto de partido, con sus cuadros y su organigrama: quizá no sea un socialismo de elites, sino de masas», apuntó. «Una izquierda que no puede mirarse desde el viejo prisma de siempre».
Sandra Jiménez Novoa, también de la Pontificia, tomó el relevo para exponer la realidad de la emigración en Ecuador: una cuestión que afecta de lleno a España. Entre las conclusiones de sus estudios, algunas resultaron especialmente esclarecedoras. Las remesas enviadas por emigrantes suponen 2.000 millones de dólares al año: la segunda fuente de ingresos más importante del país. El 61% de estos recursos extras se dedican a la supervivencia cotidiana. O, lo que es lo mismo, no se emplean en inversión, sino en evitar que la familias que las reciben caigan en la pobreza extrema.
Posteriormente, Marruecos centró el protagonismo de tres ponencias a cargo de Kamal Targuisti, que analizó la degradación del medio ambiente en el norte de su país, Ahmed Chaara, que diseccionó el impacto de la globalización en los países del Sur, y Mohamed Zineabidine, que trató el efecto de los procesos migratorios sobre el desarrollo de Marruecos.
Ya por la tarde, Francisco Cobo Romero, Manuel Ortiz, Julio Pérez Serrano, Rafael Quirosa y Juan Sánchez se centraron en diversos aspectos del tema central del seminario, pero más enfocados hacia la experiencia española. dperez@lavozdigital.es