«Ya no me quedan clientes, lo que yo tengo son feligreses»

1 ¿Cuándo comenzó esta leyenda viva de la hostelería de Arcos?

-Yo llegué a El Terraza en marzo del 73, por lo que llevo casi 35 años al frente del negocio. Cuando volví del Servicio Militar decidí establecerme por mi cuenta con mi cuñado y aquí estamos.

2 En estas décadas habrá podido ver la evolución de estos negocios en el municipio, ¿cómo la ha vivido?

-En general, el hostelero se ha convertido en el amigo del cliente y ha dejado de ser sólo el profesional que le sirve. Y particularmente, nosotros comenzamos como local para jóvenes y hemos ido cambiando hasta llegar a ser un restaurante. Las evolución del cliente nos llevó hace dos décadas a la restauración.

En todo este tiempo habrá hecho muchos amigos.

-Sin duda. Hoy en día sigo recibiendo a los hijos de los que antes eran mis clientes, e incluso a sus nietos. Han pasado por aquí casi tres generaciones de arcenses. Yo hace mucho que tengo claro que no me quedan clientes, sino que tengo feligreses.

4 Y la hostelería arcense ¿cómo ha evolucionado?

-La oferta se ha ampliado y el sector turístico cada vez ocupa una posición de mayor importancia entre nuestra clientela. Incluso ellos, los turistas, suelen repetir su visita a mi casa.

5 ¿Le queda cuerda para seguir adelante?

-Aunque hubo una época que pensé que podría llegarme la retirada, hoy tengo claro que no será así. Mi cabeza ya está pensando nuevos retos para seguir ocupada.

6 ¿Cómo se sobrevive en un mercado tan competitivo?

-La clave son la materia prima de calidad, la limpieza y el cariño con el que trabajamos.

7 ¿El emblemático Paseo de Andalucía murió?

-Quedó bastante tocado con la remodelación que se le hizo. Ha perdido gran parte de su encanto y la comodidad que ofrecía con los aparcamientos.

Y MEDIA Hoy, de lo que tienen en su casa, ¿qué nos recomienda para comer?

-Para hoy, además de una variada, hemos preparado una berza y un pollo campero con arroz. De todos modos, a diario tenemos comidas caseras de las de toda la vida.