Aznar reconoce en un libro que la tregua de ETA en el 98 fue «una trampa»
El ex presidente del Gobierno presenta hoy su tercera publicación, una obra epistolar titulada 'Cartas a un joven español' No hay en su nuevo trabajo ninguna autocrítica sobre su paso por La Moncloa
Actualizado: GuardarEl ex presidente del Gobierno José María Aznar presenta hoy lunes su obra epistolar 'Cartas a un joven español' y tiene previsto escribir un cuarto volumen con experiencias personales de su etapa como presidente del Gobierno. Así, cumplirá su contrato con la editorial Planeta, en virtud del cual también han salido a la luz recuerdos de sus 'Ocho años de Gobierno' y 'Retratos y perfiles' de personalidades políticas que conoció a lo largo de su trayectoria.
El periodista norteamericano Stanley Payne presentará la tercera obra escrita por el político del Partido Popular desde que dejó el poder. En las cartas a 'Santiago', su supuesto interlocutor, José María Aznar ya adelanta algunas reflexiones personales, resultado de sus experiencias en el Gobierno, que añade a sus conocidas tesis de pensamiento político.
La nación, el terrorismo de ETA, el 'islamoterrorismo', la libertad, la democracia o la economía son asuntos que mezcla con retazos de sus opiniones sobre la vocación política, la familia tradicional, la educación, la religión o el ejercicio del poder. De este último capítulo llaman la atención sus comentarios sobre las dificultades que atraviesan los gobernantes a la hora de tomar decisiones.
«Decisiones urgentes»
Aznar reconoce en este libro que, en ocasiones, los gobernantes deben tomar decisiones urgentes y otras que «no siempre gozan de un amplio respaldo en los sondeos de opinión». Por su parte, tiene muy claro que «hay decisiones que no se pueden tomar bajo la presión de las encuestas o los medios de comunicación». Como si estuviera pensando en algunos de los momentos que pasó en La Moncloa, apunta la obligación de todo responsable político de «aceptar las consecuencias de sus decisiones hasta el final por ingratas que sean». Critica a los actuales gobernantes y a quienes no están dispuestos a afrontar la pesada responsabilidad de ir contra corriente. «Hay quien no soporta la soledad, Santiago», confiesa al destinatario de sus misivas.
Aunque a grandes rasgos, José María Aznar habla en este libro también de su retirada de la política previamente asumida cuando aún no había llegado a la Presidencia del Gobierno. Con este gesto cree haber enfadado tanto a sus adversarios políticos que se muestra convencido de que algunos «no me lo han perdonado todavía» y sospecha que «no tienen la intención de perdonármelo nunca».
Personalmente, dice que abrazó la vocación política con la convicción de que «hacerse responsable de las propias acciones incluía aceptar los éxitos, los fracasos y el hecho de que las cosas no se acaban ni se terminan cuando uno se va». Concluye por ello que en política «nadie es indispensable» y defiende la retirada «cuando uno cree haber cumplido con su deber».
No hay autocrítica de su paso por el Gobierno, si no es la que puede leerse entre líneas cuando, en el capítulo dedicado al terrorismo de ETA, afirma que «si algo nos enseñó la tregua de 1998 es que toda tregua es una trampa del terrorista».
Rectificación
También se deduce una leve rectificación en su opinión cuando defiende la familia tradicional -compuesta por un hombre y una mujer- pero admite que «existen otras formas de convivencia humana, homosexuales o heterosexuales» a las que considera necesario dar «una solución justa y equilibrada». A pesar de que cuando gobernaba y disponía de una cómoda mayoría parlamentaria se negó a reconocer legalmente las uniones de hecho, a través de la oportuna reforma legal, ahora ha cambiado de opinión. «No estoy en contra de que se regulen otras formas de convivencia», dice en su libro.
Esta rectificación no implica que no esté preocupado por las consecuencias que tendrá en el futuro la regulación del matrimonio homosexual, el 'divorcio express' y otras reformas, que denomina eufemísticamente «todo lo que ha ido surgiendo estos últimos años en torno a los llamados nuevos derechos».