La gran patata caliente

El que será nuevo inquilino del banquillo del Xerez Deportivo se encontrará con un gran problema, con la peor situación que atraviesa el conjunto azulino desde que regresara a Segunda División. Recibirá nada más llegar una gran patata caliente.

Además, el mercado está complicado, pues el Xerez no es el único equipo con problemas que busca entrenador, y se ve obligado nuevamente a competir con entidades que gozan de mayor poderío económico para fichar.

Las primeras preferencias de la secretaría técnica de Chapín se están complicando, ya que en estos momentos el entorno de Jose González niega negociación alguna con el Deportivo, y la alternativa de José María Bakero está prácticamente descartada pues, a falta de confirmación oficial, el que fuera jugador del Barcelona formará pareja con el holandés Koeman en el banquillo de Mestalla.

Es cierto que el aluvión de ofrecimientos de entrenadores -deseosos de abandonar el tedioso paro- ha saturado la secretaría técnica del club jerezano, pero tampoco se puede negar que el panorama que se encontrará el nuevo entrenador es el peor de los imaginables. Y es que las últimas seis campañas en la categoría de plata del fútbol español han hecho olvidar por Chapín lo que es sufrir de verdad: padecer el miedo a dejar el fútbol profesional. Ni tan siquiera aquella angustiosa temporada iniciada por Carlos Orúe en el 2003 ofrecía argumentos tan pesimistas como los que ahora recibirán al nuevo entrenador del Deportivo.

El técnico jerezano dejó al equipo fuera de la zona de descenso y a la afición aún relamiendo el sabor dejado por Schuster. Tuvo que se Esteban Vigo el que sacara las castañas de un fuego que calentaba, pero que aún no quemaba.

El incendio provocado por la derrota en Carranza abrasa, y por ello se podría tirar de uno de esos apagafuegos. Un técnico de la vieja guardia acostumbrado a entrar en equipos con una delicada situación.

Uno de los pocos motivos para la esperanza son los nombres que conforman la actual plantilla del Xerez, ya que a pesar del enorme plato de premisas negativas, el técnico que aterrice esta semana en la casa azulina se encontrará suficientes mimbres en el vestuario como para salvar una situación que ahora parece totalmente oscura.

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