Arriba el periscopio
Actualizado:l submarino emerge de las profundidades con su victoria en el derbi Dos goles de Paz permiten respirar al Cádiz y ratifican a Antonio Calderón. ¿Cuánta sonrisa dibujada en las caras! Alegría desbordada. Carranza, sumido en la tristeza desde hace dos meses, recupera la felicidad de antaño y de nuevo gracias a su querido y misericorde vecino. El Cádiz, ese equipo acostumbrado últimamente a repartir disgustos y penas cada siete días, hizo borrón y cuenta nueva. Adiós Baldasano, hola Muñoz. Comienza una nueva era y de la mejor forma, con una victoria que trasciende más allá de lo meramente deportivo.