Xerez Club Deportivo: S.O.S Un tranvía llamado ruina
Aún no he podido recuperarme del susto. Se me pusieron los vellos como la cama de un fakir. El viernes pasado publicábamos en estas mismas páginas la noticia de que la magnánima Junta de Andalucía, tan cariñosa ahora con Jerez, había decidido gastarse 2,5 millones de euros en la licitación del proyecto del tranvía para nuestra ciudad. No fue eso lo que me heló el gesto y el café que me estaba tomando, sino unas líneas que rezaban así: «El esquema de colaboración que se aplicará entre la Junta y el Ayuntamiento para la puesta en marcha del tranvía será idéntico al existente en Sevilla». ¿Oh, cielos! Los interrogantes caían como flechas envenenadas. Es lo que me faltaba para que terminara de atragantárseme esta idea del tranvía que ya me costaba trabajo digerir.
Actualizado: GuardarEl trenecito les ha costado a nuestros vecinos hispalenses la nada despreciable cifra de 80 millones de euros, de los cuales el Gobierno de Don Manuel ha soltado 30 kilos. Bien, pensara usted. Si la Junta pone un 37% del presupuesto no estamos haciendo mal negocio ¿no? Evidentemente que no. Pero veamos. En Sevilla, el tranvía recorre 1,4 kilómetros en su primera línea en funcionamiento. Aquí queremos unas cuantas tazas más, 8 kilómetros. Desde Guadalcacín hasta el Hospital. Toma ya. Y que viva la sostenibilidad y los transportes del futuro (¿?) y todas esas cosas. Pues bien, hagamos cuentas. Por una sencilla regla de tres, si en Sevilla menos de un kilómetro y medio ha costado 80 millones de euros, en nuestro Jerez el tranvía en su primera línea arrojaría una facturita de 457 millones, es decir, más de 75.000 millones de pesetas. Y olé. Pongamos que los costes son mucho más bajos que en la capital andaluza por la orografía del terreno, pongamos que a nosotros nos lo dejan más barato porque somos más guapos y pongamos que se le pega un buen tijeretazo a las calidades. Aún así, el pellizco es considerable. Vamos, que deja marca seguro. No quiero ni pensar, por otro lado, en ocho kilómetros de catenarias cruzando la ciudad de lado a lado.
Esto es una simple muestra, sin base científica ninguna, pero sí con ciertas nociones reales. Siento ser una vez más el aguafiestas que viene a empañar un futuro de color de rosas para Jerez, pero el proyecto del tranvía me parece ciertamente caro, innecesario, secundario y problemático. ¿Han pensado ustedes en el tráfico con un trenecito de estos de por medio? Que le pregunten a los vecinos de la Diagonal de Barcelona lo contentos que están. El Trambaix, que así lo llaman por la tierra de Pepelu Carod Rovira, no gana para sustos. Los accidentes son continuos, el colapso de tráfico tiene mucho que ver al parecer con el espacio de calle que ha ocupado el invento y los vecinos no paran de quejarse de ruidos y vibraciones. Y estos no son los del AVE.
Una buena planificación circulatoria de la ciudad -sin zonas estranguladas como la rotonda del minotauro-, una mayor peatonalización de calles en el centro, y autobuses con pilas de hidrógeno -lo último en respeto del medio ambiente- son algunas de las alternativas que se me ocurren antes de que la ciudad se embarque en este disparate del tranvía. Todas son además muchísimo más baratas.
El tranvía puede quedar muy bonito, pero no está el horno para bollos. Mucho me temo que nos quedaremos al final con un servicio a medio camino, limitado por las estrecheces económicas y en el que algún guiri despistado se lo pasará bomba. Algo que estará muy lejos de solucionar los problemas de transporte público de esta ciudad y que nos costará un ojo de la cara. Eso sí, quedará muy bien en las fotos. Ojalá me equivoque. A unque es sólo fútbol, los aficionados se preocupan, oiga. El Xerez sucumbió ayer en Carranza, el estadio del eterno rival. Pero lo peor no es eso. Lo peor es la situación en que se queda el equipo azulino, hundido en el fondo de la tabla clasificatoria, con la moral todavía más por debajo, y con una afición donde se ha instalado el hartazgo y el desánimo. Bakero, Jose González o el arcángel San Gabriel. Que venga alguien ya a arreglar este desastre. Y que le pongan un psicólogo a Porato para que encaje bien lo que le pasó ayer y para que se haga a la idea de que lo va a tener muy difícil para volver a jugar.