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ESPAÑA

Rajoy anima a los populares a hablar «de futuro» sin menciones al 11-M

El presidente el Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, animó ayer a los altos cargos populares reunidos en Barcelona a «hablar de futuro» en un discurso sin mención alguna a la masacre del 11-M y a la polémica y reciente sentencia. El líder conservador clausuró los dos días de jornadas preparatorias del programa electoral con el que su partido y él concurrirán a los comicios generales de marzo próximo.

PACO SOTO
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El candidato a la presidencia del Gobierno, ante un centenar de responsables populares nacionales, apostó por «dejar los conflictos del pasado, ocuparse del presente y de los problemas que afectan a las personas, preparar el futuro, no crear problemas a los ciudadanos y no inventarse debates estériles que sólo sirven para crear frustración».

Cambio de táctica

Rajoy respetó el cambio de táctica decidido el pasado viernes por la dirección con respecto a la sentencia del 11-M, el paso atrás, y se decantó por olvidarse de los problemas y disputas partidistas que genera. Cree que la obligación básica de cualquier gobierno «normal es ocuparse de las verdaderas necesidades de la gente, no generar divisiones y no mirar para atrás».

«Las memorias históricas, Franco, las repúblicas, lo que ocurrió hace 500 años y Felipe V -dijo- tienen muy poco sentido en el mundo en el que nos ha tocado vivir», por lo que aseguró que si el PP gana las elecciones generales planteará la necesidad de impulsar un «nuevo consenso» social y político en España, además de proponer al PSOE cuatro «consensos básicos»: en organización territorial del Estado, política exterior, lucha antiterrorista y consolidación del estado del bienestar.

Rajoy no cree que «haya que cambiarlo todo, que haya que cambiar aquellas cosas en las que todos siempre hemos estado de acuerdo», pero lo que sí reclamó fue un cambio político «urgente» porque, según dijo, Rodríguez Zapatero «no sabe gobernar» y hay que poner a «los mejores» al frente de la dirección del país, a personas que «estén a la altura de las circunstancias», que asuman «sus responsabilidades» y sean «respetadas» por la ciudadanía.

Afirmó que «en España las cosas se pueden hacer mucho mejor y se deben hacer mucho mejor y no creo que haya ni un solo ciudadano español que no crea que las cosas se pueden hacer mucho mejor». Insistió en que su partido «ya demostró» entre 1996 y 2004 que sabe gobernar y, aunque puede «equivocarse como cualquier persona, hay otros que se equivocan pero no saben gobernar».