«Uno tiene el físico que tiene; ya sé que no me van a llamar para hacer de Sancho Panza»
Combina el teatro con su papel en 'El comisario', que se ha convertido después de nueve años en la serie más longeva de televisión en España
Actualizado: GuardarJuanjo Artero pasó una travesía dura después de Verano azul. Tuvo que despegarse de Javi, el rubio de la pandilla, crecer como actor y dejar atrás la serie de Mercero, machacada a lo largo de los años con las repeticiones. Este actor, Charly en El comisario, necesitó empezar desde cero a través del teatro; llegó a crear su propia compañía, representó desde los clásicos a montajes más actuales como Nina, de José Ramón Fernández, al lado de Laia Marull. Ahora considera «un regalo» compartir escenario con Lola Herrera en Seis clases de baile en seis semanas, mientras continúa en la serie de Telecinco que este mes se ha convertido en la más longeva de la televisión en España, con nueve años en antena.
-¿Qué le ha hecho mantenerse tanto tiempo en la serie?
-Sobre todo, que el público nos respalda. El comisario ha ido creciendo; empezó bien y ha sabido evolucionar, en los argumentos y en los personajes. Ha mejorado. Durante este tiempo, la serie me ha permitido crecer como actor, además de realizar otros trabajos.
-¿Seguiría con esta producción otros tantos años?
-No lo sé. A lo mejor sí.
-El equipo será ya una gran familia...
-Claro, tanto los actores como los técnicos. Unos empezaron en un cometido y ahora son jefes. Otros han tenido hijos, como yo. Hay mucho cariño.
-Cuando empezó en Verano azu era un preadolescente. ¿Ya entonces llegó a la interpretación por voluntad propia?
-Nunca fui buen estudiante y se me ocurrió hacer teatro con otros compañeros en el colegio. Unos profesores me dijeron que yo había nacido para las tablas, aunque me recomendaron no dejar de estudiar nunca. Además, me regalaron un libro, Mi primer libro de teatro, y lo estaba leyendo en la piscina cuando me vio Mercero.
Chulo y pijo
-Verano azul se convirtió para usted en un arma de doble filo.
-Está claro que sí. Todavía lo es. De repente publican en una revista que yo pasé de Verano azul a El comisario y luego empecé en el teatro, cuando para hacer lo que estoy haciendo he tenido que pasar por infinidad de montajes teatrales. He recorrido el mundo haciendo teatro, he hecho cuarenta obras, entre ellas muchos clásicos. Tengo premios en Miami, he tenido compañía propia...
-El camino no fue fácil después de la serie juvenil.
-Fue duro pero enriquecedor, unos años muy bonitos. Cuando Miguel Narros me hizo una prueba para La discreta enamorada, que fue una obra muy importante para mi carrera, yo ya había hecho de galán en dos Lope de Vega con mi compañía. Cuando no te llaman tienes que golpear tú la puerta.
-Su físico le predispone a papeles de galán...
-Ya, pero eso lo he ido rompiendo con los últimos personajes que he escogido en teatro. Uno tiene el físico que tiene. Ya sé que no me van a llamar para hacer Sancho Panza. Un actor tiene que saber dar un giro a sus personajes y adaptarlos. Durante una temporada me llamaban para darme papeles de pijo, y desde que estoy en El comisario, para todos los de chulo.
Privilegiado
-En teatro tiene una gran trayectoria. ¿El cine es asignatura pendiente?
-Me llamaron, pero no pude aceptar por la serie. Y me ha dolido decir que no a algún proyecto. Pero todo llegará, y si no llega es que no tiene que ser. Que me dejen como estoy, que así me siento contento y me considero un privilegiado. Hay otros actores con más talento que no han tenido las mismas posibilidades.
-En todo caso, su carrera ha estado marcada por la televisión.
-Más de cara a la galería. El rodaje de Verano azul duró dos años, pero como la han repetido tantas veces parece que fue toda una vida. He estado más de veinte años en el teatro, pero ahí no te pueden ver más de 500.000 personas. La televisión te abre puertas, pero también te puede estampar de golpe si no tienes cuidado. Ahora ha venido muy bien para la profesión la cantidad de series que se hacen, porque abre camino a mucha gente. Hay más tarta para dividir. Y ha subido la calidad, funcionen o no en audiencia.