El final, lo primero La imaginación: el ingrediente fundamental de los menús

Es la primera vez que se realiza un concurso dedicado expresamente a los postres», señala Jesús Martín, coordinador de la ruta gastronómica Cádiz la mar de bueno, que empezó el pasado día 1 y se prolongará hasta el 9 de diciembre con la participación de 27 establecimientos de la ciudad de Cádiz.

La ruta tiene en esta ocasión varias características nuevas. En primer lugar la incorporación de los restaurantes de los hoteles de la ciudad que se han volcado en el evento conscientes del impulso que puede suponer para sus establecimientos participar en estos eventos. El público sigue teniendo cierto miedo a entrar en los restaurantes de los hoteles y este tipo de eventos posibilitan el conocimiento de la cocina que se realiza aquí, muy lejana ya de los simples menús dedicados a cubrir las necesidades de los hospedados.

En segundo lugar, la ruta apuesta por promocionar los platos singulares de la cocina gaditana estableciendo un premio específico para esta modalidad. Asimismo, y en tercer lugar, el evento gastronómico pretende aumentar su prestigio incorporando en calidad de invitados a los dos establecimientos más laureados de la ciudad, los del grupo El Faro. Así tanto El Faro de Cádiz de Mayte Córdoba como El Ventorrillo de El Chato, de José Manuel Córdoba, participan con menús degustación en el evento aunque fuera de concurso.

El inventor

Jesús Martín, el coordinador de esta ruta e inventor de las rutas gastronómicas en la provincia de Cádiz, señala que el objetivo está, en esta ocasión, en servir unos 10.000 menús a lo largo del mes, lo que implica unos 370 por establecimiento participante.

La finalidad por parte del Ayuntamiento de Cádiz, cuya delegación de Turismo organiza el evento, es la de atraer a los turistas a la gastronomía de la ciudad y atender así a un sector en pleno auge, el de viajeros que se mueven en busca de los mejores sabores.

Además, según resaltan desde la delegación, también se pretende evitar, en este mes de noviembre flojo para el sector hostelero, evitar que los clientes de Cádiz se vayan a otros sitios a comer y lograr que se queden en la ciudad atraídos por esta promoción. Los propios clientes que acudan a la ruta podrán participar también con sus votaciones para elegir al mejor establecimiento. Los restaurantes y bares ofrecerán cada uno un menú degustación para un mínimo de dos personas. Cada empresa ha establecido su propio precio que va entre 20 y 36 euros por persona, sin incluir las bebidas.

En esta ocasión patrocina también el evento el Consejo Regulador del Brandy de Jerez que ofrecerá degustaciones cada día en un restaurante diferente.

Pueden obtener el listado completo de establecimientos participantes y los platos que ofrecen solicitándolo a alacena@cosasdecome.com No cabe duda de que algunos de los cocineros de la ruta gastronómica le han echado imaginación a la hora de realizar sus menús. Por ejemplo nos encontraremos con dos versiones modernas de las tortillitas de camarones. El restaurante de El Corte Inglés, comandado por el cocinero José Luis Blanco, las presenta en crema con gel de camarones mientras que Arteserrano se lanza al mundo de la nueva cocina con un chupa chup de tortilla de camarones con pica pica de camarón en polvo de maíz. Francisco Renda, responsable de sala del restaurante y Manuel Ramírez, jefe de cocina, resaltan «que hemos querido ofrecer una manera divertida de comer las tortillitas, recordando las golosinas de los niños que metían los chupa chups en los polvos pica pica. Aquí hemos hecho una tortillita de camarones redonda que se puede mojar en una salsa hecha con palomitas de maíz y camarones secos, con una mijita de guindilla».

Originalidad

En originalidad también destaca Mauro Martínez, el joven cocinero del restaurante Balea. Ofrece en la carta un arroz con pringá de la berza y langostinos, que califica como una versión nueva de los garbanzos con langostinos popularizados en su día por la venta El Caballo Negro de Puerto Real. Martínez también quiere presentar otro homenaje a los clásicos, las almejas al Tío Pepe, aunque jugando incluso con una sorprendente presentación en una botella de vino preparada para la ocasión.

Francisco García, jefe de cocina del Hotel Barceló, se estrena en estos eventos y lo hace con un menú de 10 platos más postre, toda una ruta gastronómica por si solo. Destaca un sushi de ortiguillas en el que combina la cocina japonesa con las algas gaditanas. José Manuel Córdoba presenta en el Ventorrillo de El Chato unos lomos de dorada acompañados por una original salsa de tinta de calamar y puntillitas, mientras que en El Faro combinan el pescado de roca gaditano con un mojo de inspiración canaria. En el Hotel Atlántico, Francisco Caparrós, su jefe de cocina, continúa en la línea gaditanizada de su restaurante con una especie de resumen gastronómico de la provincia en: milhojas de róbalo y patatas con sal ahumada, algas y aromas de manzanilla.