Rice considera a los rebeldes kurdos un «enemigo común» de EE UU y Turquía
Ankara estima que se ha llegado «a un punto en que las palabras ya no tienen sentido»
Actualizado: GuardarEstados Unidos sigue intentando aplacar a Turquía para que el país otomano desista de sus planes de intervenir militarmente en el Kurdistán iraquí. La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que efectuaba ayer una visita bilateral previa a la conferencia que se celebra hoy en Estambul de los vecinos de Irak, dijo que el grupo terrorista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) «es un enemigo común» para Turquía y Estados Unidos, aliados en la OTAN. Sin embargo, el ministro turco de Exteriores, Alí Babacan, que compareció con la jefa de la diplomacia de la Casa Blanca, en la rueda de prensa le respondió diciendo que «hemos llegado a un punto en que las palabras ya no tienen sentido».
La prensa turca mencionaba ayer la posibilidad de que Estados Unidos brinde a Turquía cooperación tecnológica que ayude a localizar a los ocho soldados que los activistas del PKK tienen en su poder desde hace diez días y cuyo cautiverio constituye una humillación para los militares. Fuentes rebeldes anunciaban ayer su liberación en los próximas horas.
Desafío conceptual
Lo que Turquía quiere son en todo caso acciones concretas que le permitan justificar esta política de tensión contra el santuario de los terroristas kurdos en el norte del país iraquí. Las autoridades empiezan a rebajar de todos modos el alcance de la posible operación militar. El ministro Babacan ya había reconocido el jueves que «una intervención turca al otro lado de la frontera no significa una invasión», mientras que el primer ministro, Tayip Erdogan, ha advertido en un acto de su partido que «lo que está en juego es una operación militar, no una guerra».
Los turcos señalan como fuente de sus preocupaciones a la administración de la región autónoma kurda de Irak, cuya mera existencia significa un desafío conceptual para el régimen de tradición nacionalista. Ayer mismo, el responsable de esta región del país vecino, Nechirvan Barzani, condenó los ataques del Partido de los Trabajadores del Kurdistán y dijo en un comunicado que «no hay lugar en el mundo civilizado» para estas acciones terroristas.