TRASLADO. Las azafatas españolas en el momento de salir de la furgoneta en Yamena. /
ESPAÑA

¿Estamos incomunicados!

Los españoles detenidos en Chad confían en salir hoy en libertad tras ser trasladados ayer a la capital del país africano para ser interrogados por otro juez

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Serios, mirando al frente o cabizbajos, pero visiblemente aturdidos, el comandante Agustín Rey con una herida en la cara y pidiendo «por favor» y el periodista Jean-Daniel Guillou diciendo que su detención era «ilegal», se abrieron paso por un caótico desfiladero formado por soldados y cámaras ávidos de captar las primeras imágenes de los europeos detenidos al este de Chad hace nueve días por un oscuro caso de tráfico de niños.

La noche empezaba a insinuarse sobre Yamena, la capital de este polvoriento y paupérrimo país de África central, cuando entraban en el Palacio de Justicia del centro de la ciudad. Eran las cinco de la tarde y un juez debía determinar -como la víspera había pedido Idriss Déby, el autoritario presidente de la república- si ponía en libertad al menos a cuatro auxiliares de vuelo y a dos periodistas.

Cuarenta y cinco minutos antes había aterrizado por fin en el aeródromo de Adji Kossel el avión de carga de Ejército del Chad. Pero no se les pudo entrever las caras porque tropas chadianas con el rostro cubierto por turbantes para combatir en el desierto y armas automáticas se negaron a permitir el desembarco de los encausados mientras hubiera testigos. El coronel francés Paul Perie hizo de intermediario y la canallesca hubo de despejar.

El C-130 blanco con la bandera del país trazada a todo lo largo del avión, desde la cola al morro, donde se leía Mont Guera, parecía una caja fuerte volante. Entre una nube de soldados, empezó a maniobrar una gran furgoneta azul, tratando de encajar el culo contra la portezuela delantera del aparato. Alguien cambió de idea y la furgoneta se colocó primero bajo la cola y finalmente del lado no visible de la aeronave. Una hilera de paracaidistas franceses, con metralletas, contemplaban impávidos toda la operación. La intención era hacer el trasvase con los objetivos de las cámaras a distancia prudencial.

Pesadilla chadiana

El palacio de Justicia se convirtió en la siguiente estación de esta pesadilla chadiana en la que se han visto involucrados los tripulantes del avión de la compañía española Girjet (el citado comandante Rey, el copiloto Sergio Muñoz, la jefa de cabina Tatiana Suárez, y los auxiliares de vuelto Sara López, Carolina Jean, Mercedes Calleja y Daniel González), nueve franceses (siete miembros de la cuestionada organización no gubernamental El Arca de Zoé y dos periodistas), amén de un piloto belga y dos nacionales de Chad.

Finalmente, se pudo formar ante la breve escalera del Palacio de Justicia un comité de recepción formado por tres partes de tropa y una de prensa más o menos acreditada, incluida la local, que pasaba más inadvertida y contemplaba divertida a sus colegas venidos de lejos para interesarse, sorprendentemente, por el olvidado Chad.

Precedida por un estruendo de sirenas, llegó la furgoneta azul, escoltada por dos «pick-up» coronadas de soldados fieramente armados que dejaron claro sin lugar a dudas que nada de tomar imágenes de sus señorías. «Estamos incomunicados», acertó a decir una de las azafatas detenidas. «Gracias al cónsul», se le pudo oír al comandante Rey.

Cuando el edificio de la justicia se los tragó, pudimos ver el interior de la furgoneta azul donde se hacinaron los 19 de Abeché (localidad del este chadiano, no lejos de la frontera con Sudán donde fueron detenidos). Colchonetas de vivos colores y dos bancos corridos. Un episodio más de una pesadilla chadiana que, según comentó el cónsul en Camerún, Vicente Más, el único que pudo visitarlos en la prisión de Abéché, a un amigo, «viven como si no pudieran despertar, de tan aturdidos que están».Para hoy está previsto que el juez decida la situación de los detenidos, confiándose en que los españoles y los periodistas salgan en libertad.

Por otra parte, el presidente senegalés, Abdoulaye Wade, intercedió ayer ante su homólogo chadiano, Idriss Déby, para pedir la liberación de los siete españoles detenidos en Chad según la agencia oficial senegalesa APS, Wade pidió a Déby que devuelva el avión a la compañía Girjet, propietaria del mismo. La mediación de Wade se produce mientras está previsto que Moratinos, reciba el lunes a su homólogo senegalés.