Una nota discordante

El Salvador necesita una importante reforma, según comentan los propios vecinos del bloque. Se trata de uno de una de los edificios de la zona de San Joaquín que desgraciadamente dista mucho de los restantes que se erigen a las alturas del Jerez más norteño.

Los vecinos de los alrededores apenas hacen comentarios, miran hacia otro lado. No saben, no responden cuando se les pregunta cómo es posible tanta dejadez en una zona de un barrio de Jerez que no es precisamente un suburbio. «Llama la atención, sin duda -comenta una señora que lleva catorce años viviendo en la zona- pero la verdad es que no te podría decir por qué tiene los bajos tan deteriorado». Una sillas que pululan sobre lo que queda de césped de los exteriores, sirven, según la vecina «para jugar a las cartas cuando llega la tarde».

En el portal de entrada a El Salvador hay algunas vecinas. Tras la pregunta de rigor la protesta es manifiesta. «No somos vecinos de segunda. Además, nos sentimos un poco avergonzados de que en medio de esta zona tan cuidada tengamos nuestro bloque con esta imagen tan deplorable», subraya una de ellas. Otro vecino que prefiere no dar su nombre, añade que «estamos a la espera de que la Junta de Andalucía nos adecente la zona. Llegaron un día para acometer una reformas, levantaron todo el suelo y se fueron y lo dejaron así. No obstante, tenemos la promesa en firme de que pronto se van a acometer ciertos arreglos».

Recompensa

Los vecinos de El Salvador, de la barriada de San Joaquín, también existen y presentan sus quejas por las desmejoras que sufren en los aledaños del bloque, acogido a la protección oficial del MOPU.

Finalmente, una vecina concluye diciendo que «nunca será tarde si la dicha es buena. Esperemos que las últimas promesas de la Junta de Andalucía se vean cumplidas porque tanta espera merece una buena recompensa».