Zapatero dice que el fallo establece «la verdad» y pide unidad ante el terrorismo
Los socialistas consideran que la sentencia inflige un gran «varapalo» a las teorías impulsadas por el Partido Popular sobre la implicación de ETA en los atentados
Actualizado: Guardar«Hoy se ha impartido justicia y sobre esta justicia tenemos que mirar hacia adelante». José Luis Rodríguez Zapatero se invistió ayer de su porte más institucional para reclamar a todas las fuerzas políticas que pasen página de la confrontación abierta tras el atentado del 11-M y unan sus fuerzas para luchar contra el terrorismo. El llamamiento, realizado a través de una declaración leída en el Palacio de La Moncloa, quedó sin embargo desvirtuado por la actitud de su propio partido, que se apresuró a interpretar la sentencia dictada por el tribunal que presidió Javier Gómez Bermúdez como un «varapalo» al Partido Popular.
La respuesta del Gobierno y del PSOE al auto judicial estaba, en todo caso, prevista de antemano. Los socialistas acordaron el pasado lunes, durante la reunión de la ejecutiva, que Rodríguez Zapatero se parapetara tras la imagen de hombre de Estado y se limitara a lanzar un mensaje a la nación en tono presidencial. La interpretación política debía quedar ayer para un 'segundo nivel', representado por el portavoz parlamentario, Diego López Garrido, y hoy para la comisión permanente, que fijará la postura definitiva del partido.
La formación que apoya al Gobierno se mostró en un primer momento satisfecha por un auto que, desde su punto de vista, desmonta una por una todas las «mentiras» divulgadas bajo el paraguas de la denominada 'teoría de la conspiración', que buscaba involucrar a ETA en la matanza de los cercanías. Pero los socialistas no ocultaron su inquietud ante el hecho de que el primer partido de la oposición encontrara en el dictamen un pilar sobre el que sustentar una de sus principales tesis: que aún está por dilucidar la autoría intelectual de los hechos. Fuentes del PSOE sostienen que esto obliga ahora a dar una respuesta más agresiva de la que en un primer momento se había planteado.
Aun así, aseguran que el mensaje se «modulará», en gran parte, por la actitud de las víctimas. Zapatero concluyó en su discurso que los afectados por la masacre del 11 de marzo deberían sentir «algún consuelo y alivio en su sufrimiento» tras un fallo que, a su entender, fija «la verdad de los hechos» y establece «la responsabilidad de sus autores». No contaban los socialistas con que la sentencia pudiera dejar a los familiares y damnificados insatisfechos.
Juicio rápido
El jefe del Ejecutivo, que dedicó a las víctimas la primera parte de su intervención, hizo hincapié, de cualquier modo, en los aspectos más positivos de la sentencia y, en especial, en la rápida resolución de lo ocurrido. Nunca, en ningún país del mundo, dijo, ha habido un juicio más rápido, con mayor número de imputados y condenados. El mérito lo atribuyó a las fuerzas de Seguridad del Estado, a los jueces, fiscales y al personal de la administración. «Han demostrado la gran fortaleza que tiene en nuestro país el Estado democrático de Derecho», subrayó el presidente.
Zapatero insistió en que la sentencia prueba el funcionamiento «ejemplar» de las instituciones y su capacidad de hacer frente a las embestidas del terrorismo, sin distingos entre el terrorismo islamista y el terrorismo etarra. Fue un aviso a navegantes. «Nuestras normas y nuestras instituciones son la mejor protección que tienen los ciudadanos frente a la agresión del terror; por ello, esta respuesta es la que han tenido, tienen y tendrán, conforme a la Constitución y a las leyes, cuantos intenten alterar por la fuerza la libre convivencia de los españoles», advirtió.
Frente a la mentira
López Garrido insistió en que la sentencia «establece la verdad frente a la mentira» y culmina un proceso de investigación de todo el aparato del Estado. Un argumento que choca con la postura del primer partido de la oposición, que aboga por seguir investigando. Los socialistas alegan que tampoco se supo nunca la autoría intelectual de los atentados del 11-S, de Bali, de Londres o de Casablanca.
Además, argumentan que Al- Qaeda no tiene una estructura piramidal y que muchas de sus ramificaciones pueden actuar de «forma autónoma». En todo caso, recuerdan que varios de los supuestos planificadores de la matanza murieron al volar el piso franco de Leganés.