
Los médicos piden que se endurezca la legislación antitabaco para evitar muertes
Un informe de la UE revela que es la mayor fuente de contaminación por CO
Actualizado: GuardarLa legislación contra el tabaco en España fue una «oportunidad perdida» para su prohibición total en lugares públicos cerrados, según algunas de las sociedades científicas del país. También para la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), quien se amparó en el estudio elaborado por la UE sobre las repercusiones del tabaco entre los países miembros que presentó ayer.
El informe refleja que somos el octavo país que más contamina a los ciudadanos y al medio ambiente con monóxido de carbono (CO) por el consumo de tabaco -Finlandia presenta la tasa más baja y Polonia la más alta-, ocupamos el puesto 12 entre los veintisiete en cuanto a la efectividad y calidad de nuestra legislación vigente -clasificación liderada por Irlanda y con Luxemburgo en el último puesto- y estamos en el 17 de la clasificación europea en cuanto al precio de las cajetillas.
Riesgos para el pasivo
Estas posiciones no del todo halagüeñas, recogidas en el informe Help-Comets y la campaña Por una vida sin tabaco elaboradas por la UE, han aconsejado a los autores del estudio a instar a España a endurecer su legislación antitabaco para «proporcionar una mayor protección a los no fumadores» y a elevar el precio de los impuestos de los cigarrillos, ya que la 17ª posición que ocupamos no es proporcional con el PIB actual del país.
Según el macroestudio confeccionado por la UE, el tabaco es actualmente la mayor fuente de contaminación por CO en los ciudadanos de la UE, «por encima del tráfico y de la contaminación industrial», y España ocupa un lugar destacado en esta materia.
Las conclusiones revelan que que existe una relación entre sus niveles y las legislación y los precios del tabaco. En nuestro país, se ha detectado un leve incremento de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en varones no fumadores expuestos.
En la UE se calcula que se registran 650.000 muertes al año por el consumo de tabaco y otras 80.000 por el tabaquismo pasivo. En España, las estimaciones apuntan a entre 50.000 y 60.000 fallecidos por su adicción al tabaco y a otras 7.000 personas por su exposición pasiva, que en un 30% también tienen riesgos de padecer un cáncer de pulmón.